La Selva Negra de Alemania es uno de los destinos más increíbles de Alemania. No te faltarán cosas que ver en la Selva Negra: desde sus característicos bosques de pinos oscuros, hasta sus pueblos pintorescos, pasando por sus increíbles cascadas. ¡Sin olvidarnos de sus característicos relojes de cuco de madera! Sin duda, es un destino ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza. En este artículo te contamos los 18 mejores lugares que ver en la Selva Negra para que disfrutes de unas vacaciones inolvidables.
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La Selva Negra o Schwarzwald en alemán recibe su nombre por sus pinos. Los árboles son tan densos que en algunas partes es difícil que la luz del Sol llegue al suelo del bosque. ¡De ahí lo de Selva Negra! Así que como cuentan algunas leyendas y mitos, nada tiene ver con historias de miedo.
Pero al margen de sus densos bosques de pinos, hay muchas otras cosas que ver en la Selva Negra como pueblos encantadores con casas de entramado de madera, castillos o puentes colgantes. ¡Allá van los imprescindibles de la región!
Stuttgart es una de las ciudades más turísticas de Alemania. En parte, porque es la puerta de entrada a la maravillosa Selva Negra. Así que seguramente, si tienes pensado visitar esta región, Stuttgart sea tu punto de partida.
La ciudad tiene sus encantos, aunque no te recomendamos dedicarle más de un día para conocer sus imprescindibles. ¡En la Selva Negra hay mejores atractivos!
A parte de ser la puerta de entrada a la Selva Negra, Stuttgart también es el centro automovilístico de Alemania. Así que si te gustan los coches, ¡te vas a enamorar! No te puedes perder el Museo Mercedes-Benz, donde podrás aprender un montón sobre la historia del automovilismo y de la marca. Mercedes abrió su primera tienda en Stuttgart en 1887 ¡y fue la primera de la marca en todo el mundo!
Porsche también tiene su sede central en Stuttgart y al mismo tiempo podrás visitar su interesante museo. ¡Pero Stuttgart es más que coches! No te pierdas el imponente Palacio Nuevo de Stuttgart o sus pintorescas plazas. Sin duda, un destino interesante que ver en la Selva Negra.
Stuttgart es un destino interesante, pero si quieres conocer la ciudad más bonita de la Selva Negra, debes conocer Friburgo de Breslavia. Es una excelente base para conocer la parte sur de la Selva Negra. Las calles empedradas de Friburgo de Breslavia están repletas de las típicas casas con entramado de madera. ¡El ambiente no puede ser más pintoresco!
Además, Friburgo es una ciudad muy animada, en parte gracias a su ambiente estudiantil. Y evidentemente, no podemos dejar de hablar de la icónica catedral de Friburgo. Este templo religioso del siglo XI y es el principal icono de la ciudad. En definitiva, Friburgo no puede faltar en tu lista de lugares que ver en la Selva Negra. ¡Te vas a enamorar!
La Selva Negra también cuenta con varias ciudades balneario y Baden-Baden es la más conocida. De hecho, es una de las mejores ciudades balneario de Europa. Seguro que en algún punto de tu ruta por la Selva Negra necesitas un tratamiento reparador en alguno de sus baños termales. La mayoría fueron creados en el siglo XIX, cuando la burguesía europea empezó a acudir a esta ciudad para descansar.
Por esto, las aguas curativas no son el único atractivo de Baden-Baden. Paseando por la ciudad podrás contemplar su preciosa arquitectura de la Belle Époque, así como visitar palacios todavía más antiguos.
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Esta pequeña ciudad es una de las más bonitas de la Selva Negra. En los últimos años ha ganado mucha popularidad gracias a su belleza escénica. Está rodeada de los típicos bosques de la región y en su interior alberga un montón de casas con entramado de madera que datan del siglo XVIII. ¡Son realmente bonitas!
Si te gusta la literatura, Calw te fascinará todavía más. Gran parte de su fama gira alrededor del famoso novelista Hermann Hesse, que nació en Calw. De hecho, la ciudad cuenta con un museo y una estatua dedicada al que fue ganador del Premio Nobel de la Literatura en 1946. En definitiva, una ciudad pequeña y tranquila que no puede faltar en tu ruta por la Selva Negra.
Casi todo turista que viene a la Selva Negra visita este atractivo. ¡No te asustes por su nombre impronunciable! Te aseguramos que su visita merece mucho la pena. Básicamente podrás disfrutar de un paseo por las copas de los famosos pinos de la Selva Negra y ver el bosque desde una perspectiva única.
Es una actividad perfecta para todos los miembros de la familia, ¡incluso para los más pequeños! Lo más destacado del camino es su enorme torre de observación de 40 metros de altura. Desde lo más alto tendrás una vista inmejorable de los densos bosques de la Selva Negra. Si tienes suerte, en días despejados incluso podrás ver la icónica torre de televisión de Stuttgart.
Al margen de Baden-Baden, encontrarás otras ciudades balneario en la Selva Negra. ¡Y Bad Wildbad es una de las mejores! Se encuentra en la parte norte de la región y es un sitio fantástico donde establecer la base para explorar la zona. Más que nada, porque es mucho más económica que Baden-Baden y en sus alrededores encontrarás bastantes atractivos como el puente colgante que mencionaremos a continuación o el idílico Wildsee, un atractivo lago en las afueras de la ciudad.
Si quieres disfrutar de una vista inmejorable del pueblo y sus alrededores, te recomendamos subir en funicular a Sommerberg Wildbader, una pequeña montaña que custodia la ciudad. Eso sí, no te vayas sin relajarte en sus baños termales.
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Si viajas a la Selva Negra, debes ir sí o sí a este puente colgante. ¡Es una auténtica maravilla! Se encuentra en la localidad de Bad Wildbad y es uno de los principales atractivos que ver en la Selva Negra. Eso sí, no es apto para los que padezcan de vértigo ya que se encuentra a 59 metros sobre el suelo.
El puente es larguísimo: tiene una longitud de 380 metros, sostenido por solo dos pilones y dos cables de acero. ¡Parece increíble!
Caminando por el puente sentirás una sensación de libertad increíble. Se mueve un poco, sí, pero la vista es inmejorable. Verás los bosques típicos de la Selva Negra desde las alturas. ¡Espectacular! La entrada cuesta 9,50€ y merece mucho la pena.
¿Sabías que en la Selva Negra podrás visitar la cuarta cascada más alta de Alemania Estamos hablando de las cascadas de Triberg, que con una caída de agua de 163 metros de altura es una de las más altas del país. ¡Casi nada! El agua cae del río Guatch hacia el valle de Triberg en varias etapas. Te recomendamos visitarlas a finales del invierno, cuando la nieve se empieza a derretir y el agua cae con más fuerza.
A parte de visitar las cascadas, aprovecha para conocer la pequeña ciudad de Triberg, famosa por sus increíbles relojes de cuco. El recinto tiene varias entradas, aunque la entrada principal está a solo unos minutos a pie del centro de Triberg. Sin duda, uno de los principales atractivos que ver en la Selva Negra.
Pueblos, bosques, cascadas… ¡y castillos! En la Selva Negra también podrás enamorarte de sus mágicos castillos. El Castillo de Hohenbaden es una joya de la Edad Media y sirvió como residencia del margrave de Baden.
El castillo se encuentra en las afueras de Baden-Baden. Desde lo más alto tendrás una panorámica inmejorable de Baden-Baden y en la distancia hacia el valle del Rin y los Vosgos. Pese a que se encuentra bastante deteriorado, sigue siendo uno de los castillos más bonitos que ver en la Selva Negra. Y además, visitarlo es muy práctico ya que se encuentra en Baden-Baden, una de las localidades más turísticas de la Selva Negra.
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Pero si hablamos de castillos en la Selva Negra, definitivamente tenemos que mencionar el Castillo de Licthenstein. ¡Es espectacular! Se encuentra en los Montes Suabos, a unos 40 kilómetros de Stuttgart. ¡Incluso nos atrevemos a decir que es uno de los castillos más bonitos de Alemania! En este caso, el castillo es más moderno, ya que fue construido entre 1839 y 1842 en estilo neogótico. Al ser más “reciente”, su estado de conservación también es mucho mejor.
Sin embargo, el castillo se encuentra construido en un sitio donde históricamente existía un castillo desde 1200, pero por guerras y otras circunstancias, había acabado en ruinas. El castillo actual es propiedad de los duques de Urach, aunque está abierto al público. ¡No te lo puedes perder!
En el valle del río Kinzig podrás conocer el pequeño pueblo medieval de Schiltach, uno de los más bonitos que ver en la Selva Negra. Caminando por sus calles podrás maravillarte con sus edificios barrocos centenarios o sus pintorescas calles a orillas del río. El pueblo se caracteriza por conservar de forma intacta su centro histórico medieval.
Recorre sus sinuosas calles y siéntete en un cuento de hadas observando sus casas entramadas y su tranquilidad. Además, como en todos los pueblos de la Selva Negra, en Schiltach tendrás a la vuelta de la esquina un montón de maravillas naturales para explorar.
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Si bien es cierto que caminando por la mayoría de pueblos de la Selva Negra tendrás la sensación de remontarte al pasado, no hay nada como visitar este museo al aire libre. En este caso, podrás revivir la historia en la Selva Negra con todos tus sentidos. Ahora, la región ha cambiado mucho, pero gracias a este museo se mantiene viva la tradición.
En el recorrido, podrás descubrir a través de varias réplicas de edificios de la época cómo vivía y trabajaba la gente en la Selva Negra hasta hace 600 años atrás. Sin duda, una de las visitas más interesantes que hacer en la Selva Negra, especialmente si viajas con niños. ¡Les va a encantar!
Hornberg es uno de los pueblos más pintorescos de la Selva Negra. De forma injusta, no suele constar en la mayoría de itinerarios por la Selva Negra, pero nosotros te recomendamos que lo anotes en tu lista. ¡Merece mucho la pena!
Este pequeño pueblo tiene un encanto especial: se encuentra en el valle de Gutach, a 360 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, el antiguo castillo de Hornberg se eleva un poquito más para brindarte una panorámica inmejorable del pueblo y los paisajes. El castillo es su principal atractivo turístico, aunque en Hornberg no te aburrirás, ya que en sus alrededores podrás hacer un sinfín de actividades.
Es imposible visitar la Selva Negra sin observar estos curiosos relojes. El reloj de cuco es un símbolo de la región. Se caracteriza por tener una abertura por la cual, cada media hora, sale un autómata con forma de pájaro emite un canto, cuyo sonido se asemeja a la onomatopeya cucú.
Estos relojes son muy famosos en Suiza y Alemania, pero la gran mayoría de las empresas que los elaboran se encuentran en la Selva Negra. Para que tengas una referencia, los primeros relojes de cuco en la Selva Negra se fabricaron entre 1740 y 1750. ¡Y en la actualidad la tradición continúa! Si quieres un buen souvenir, no hay nada como llevarse a casa un reloj de cuco de la Selva Negra. ¡Los encontrarás de todos los tamaños!
Si buscas disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor, te recomendamos conocer la Barranca del Ravenna. Se trata de una ruta circular de unos 6 kilómetros que te llevará por paisajes naturales muy variados, especialmente por su increíbles cascadas.
Las dos cataratas más grandes son la Gran Catarata de Ravenna, que tiene 16 metros de altura y la Pequeña Catarata de Ravenna de 6 metros. ¡Tampoco te pierdas el pintoresco puente del Ravenna!
Este lago se encuentra en la parte sur de la región y es el más grande de la Selva Negra. Cuando hace buen tiempo, tanto locales como turistas acuden al lago para hacer varias actividades como nadar, windsurf o incluso navegar. Si viajas en invierno, ¡es probable que incluso puedas hasta patinar en su superficie!
Nuestra recomendación es que pasees por sus alrededores. Hay un sendero de unos 8 kilómetros alrededor del lago rodeado de bosques de pinos. ¡Te vas a enamorar! Es un sitio muy tranquilo, ideal para pasar unas vacaciones relajadas.
Desmarcándonos un poco de la naturaleza, en la Selva Negra también podrás visitar otros edificios históricos relevantes como la Abadía de San Blas. Esta antigua abadía benedictina fue fundada a finales del siglo X durante el periodo del Sacro Imperio Romano Germánico. La abadía funcionó hasta 1806, cuando fue utilizada como una de las primeras fabricas mecanizadas del país.
La iglesia es el elemento que más destaca, especialmente su enorme cúpula (la tercera más grande de Europa al norte de los Alpes).
Y finalmente, para acabar este post sobre los mejores lugares que ver en el la Selva Negra, no nos podíamos olvidar de mencionar Mummelsee. ¡Este lago es uno de los más bonitos de la región! Ubicado a 1036 metros sobre el nivel del mar, el Lago Mummel es el lago glaciar situado a mayor altura de la Selva Negra.
Está rodeado por la Schwarzwaldhochstrasse, la carretera alta de la Selva Negra. ¡Por eso es tan turístico! Te recomendamos hacer una parada técnica para rodear el lago. Apenas tardarás 15 minutos y te servirá para disfrutar de un paisaje increíble.
En el siguiente mapa encontrarás la ubicación de los mejores lugares que ver en la Selva Negra.
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