Zermatt es uno de los pueblos más bonitos que ver en Suiza. Es famoso gracias a una de las estaciones de esquí más conocidas internacionalmente. Pero también por las vistas privilegiadas del Matterhorn, también conocido como monte Cervino. Entre tanta montaña siempre tienes algo que hacer en Zermatt, ya sea en verano o en invierno. Así que aburrirte será la última de tus preocupaciones. Te contamos 20 cosas que hacer en Zermatt para que aproveches al máximo tu visita.
En Zermatt nos alojamos dos noches en el Hotel Continental. Si tenemos en cuenta su relación calidad-precio, es de los mejores de la ciudad. Dormir en Zermatt es caro, pero el Continental es uno de los más baratos. Y eso que está en pleno centro, al lado de la estación y es moderno.
Algo importante que debes saber de Zermatt es que sólo permiten la circulación de vehículos eléctricos. ¡Nada de coches a motor! Por lo tanto, si vas en coche debes aparcar en un pueblo cercano y llegar a Zermatt en transporte público.
Cómo llegar a Zermatt en coche o transporte público
Hay muchísimas cosas que hacer en Zermatt, pero primero te recomendamos familiarizarte con este pueblito de montaña. ¡Es súper acogedor! Zermatt fue nuestra primera parada en la zona de los Alpes suizos. Llegamos desde Ginebra y nos fascinó. La mayoría de los edificios son de estilo tradicional, es decir, en madera recubierta de resina y con tejados de roca laminada. ¡Son un encanto!
Durante el verano los balcones se llenan de flores de colores y en invierno de nieve. La calle principal está llena de tiendas y restaurantes. Allí también encontrarás nueve placas de bronce que rinden homenaje a los primeros alpinistas que consiguieron llegar a la cima del Matterhorn. ¡Un hito de la humanidad!
Si bien el pueblo de Zermatt tiene su encanto, el verdadero protagonista es el monte Cervino o Matterhorn, que asoma por detrás de las casitas. Tiene nada más y nada menos que 4.478 metros de altura. Su forma de pirámide es muy llamativa, de hecho, se la considera como una de las montañas más fotografiadas del mundo.
Podrás ver el Matterhorn desde muchos puntos del pueblo. Pero te recomendamos ir a un mirador ubicado a las afueras. Esta es una parada imprescindible que hacer en Zermatt para tomar una buena foto.
Con un paisaje como el que ofrece el Matterhorn no puedes perderte la oportunidad de dormir en un hotel con vistas. Así no tendrás que conformarte con verlo desde un par de miradores. Imagínate despertar y que lo primero que veas sea el impresionante monte Cervino. Hay varios hoteles con vistas privilegiadas en Zermatt. Aquí van unos pocos
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Si tenemos que escoger un sitio para ver el Matterhorn nos quedamos con las vistas desde el Gornergrat. ¡Es inigualable! Fue nuestro mirador favorito de toda Suiza en alta montaña. Desde allí se pueden contemplar hasta 29 de los picos más altos de 4.000 metros, incluyendo el Matterhorn y el Monte Rosa, el más alto de Suiza.
Por suerte, en el mirador hay varias tiendas, restaurantes, un observatorio astronómico y un hotel con vistas privilegiadas. Nada como irse a dormir y despertar con una tranquilidad absoluta rodeado de ese paisaje. En la zona hay rutas de senderismo establecidas para caminar y disfrutar de la naturaleza.
Para subir debes coger el tren cremallera que sale desde enfrente de la estación de Zermatt y sube hasta los 3.089 metros de altura. Lo curioso es que funciona desde 1896, cuando se convirtió en el primer tren del mundo en funcionar totalmente con electricidad. El viaje hasta Gornergrat dura unos 35 minutos. El billete de ida y vuelta cuesta 132€, pero si tienes el Swiss Travel Pass pagarás la mitad de precio.
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Una de las cosas más populares que hacer en Zermatt es subir a la estación del Matterhorn. ¡La montaña más alta de Suiza! El Matterhorn Glacier Paradise está en la cima del Klein Matterhorn, a 3.883 metros. Tiene un genial mirador panorámico de 360º, se ven decenas de montañas y también unos cuantos glaciares. ¡Es un verdadero paraíso para los amantes del esquí!
¡Te sorprenderás con la cantidad de hielo y nieve que hay! El lugar también cuenta con una zona interior, allí hay un túnel de hielo, esculturas de hielo, una zona de cine y un restaurante. ¡Parece imposible que tengan todo eso a semejante altura!
Llegar hasta el Matterhorn Glacier Paradise tarda unos 45 minutos en total con tres teleféricos distintos (Zermatt-Furi-Trockener Steg-Glacier Paradise). Si tienes el Swiss Travel Pass obtienes un 50% de descuento en los billetes.
¡Una experiencia inolvidable! Nosotros subimos hacia Gornergrat con el primer tren de la mañana para disfrutar del amanecer frente al lago. Ver cómo la punta del Matterhorn se iba pintando con los primeros rayos del sol fue una oportunidad mágica.
El monte Cervino se refleja perfectamente sobre el agua y la imagen es preciosa. Si quieres tener el reflejo perfecto te recomendamos ir a primera hora de la mañana o a última de la tarde. Así, el agua del lago estará más quieta.
Para llegar a Riffelsee debes bajarte en la parada que lleva el mismo nombre. Desde allí tienes que caminar sólo 5 minutos hasta llegar al lago. ¡Y listo!
Si bien esta es una turistada, la verdad es que es muy divertido y único. ¡No todos los días tendrás al mismísimo Matterhorn frente a ti! Así que lleva un paquete de Toblerone para encajar la punta del Matterhorn, que aparece en la caja del chocolate, con la montaña de verdad. Parece muy sencillo, pero para lograr la foto perfecta hay que tener muy buen pulso.
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El camino de los 5 lagos es un imprescindible que hacer en Zermatt, sobre todo cuando hace buen tiempo. Su nombre se debe a que la ruta pasa por los lagos Stellisee, Grindjisee, Grünsee, Moosjiesee y Leisee. Todos son preciosos y tienen vistas al monte Cervino.
Son 9,3 kilómetros de caminata que se hace en unas dos horas y media. Si viajas en familia a Suiza, puedes apuntar esta actividad porque no es para nada técnica, ni complicada. Además, hay un parque infantil justo al lado de la estación de Sunnegga.
La mejor forma de hacer este recorrido es empezar el sendero en Blauherd y terminar en Sunnegga. En esta dirección, la mayoría del camino es de bajada y menos exigente.
También desde Blauherd puedes coger un segundo teleférico hasta la montaña Unterrothorn, a 3.104 metros. Es un excelente mirador de las decenas de cuatromiles que rodean Zermatt incluyendo -¡cómo no!- el Matterhorn. Muchos dicen que es el mejor mirador de la famosa montaña.
Nosotros no tuvimos la oportunidad de comprobarlo porque el teleférico estaba cerrado a causa de algunos movimientos de tierra en la zona. Desde allí hay acceso directo a pistas de esquí y varios senderos.
Algo único que hacer en Zermatt es cruzar el puente de suspensión para peatones más largo del mundo. ¡Sólo para valientes! El puente Charles Kuonen atraviesa 494 metros sobre un precipicio de 85 metros. La pasarela es de rejas y podrás ver lo que hay debajo por lo que impresiona bastante. No intentes cruzarlo si sufres de vértigo. Considera que el Charles Kuonen Suspension Bridge solo está abierto de mayo a septiembre, ya que puede ser peligroso con nieve.
Hay dos opciones para llegar al puente Charles Kuonen. Se puede hacer una caminata de dos días desde Zermatt hasta Grächen. ¡Dicen que es una de las más bonitas de los Alpes!
Pero si no tienes tanto tiempo o no estás en buena forma física también puedes ir desde Randa. El viaje en tren de Zermatt a Randa dura solo 15 minutos. Cuando llegues a la estación de Randa, debes ir por un camino circular de 8,7 kilómetros que pasa por el puente. Tardarás unas 4 horas en hacer la caminata (ida y vuelta).
Y ya que conociste la montaña más alta de Suiza, no está demás que visites su museo. ¡Es una parada especial que hacer en Zermatt! El museo del Matterhorn es el único en el mundo dedicado a una sola montaña. Curiosamente, el edificio del museo simula la forma del Cervino con cristal. ¡Súper llamativo!
En el interior del museo se explica la evolución social y cultural de toda la zona que rodea la montaña. También cuenta cómo han ido avanzando los deportes de montaña desde la época dorada del alpinismo en el siglo XIX.
El objeto más preciado del museo es un trozo de cuerda del primer ascenso al Matterhorn en 1865. ¡Algo tan sencillo, pero que fue parte de un hito histórico! Lastimosamente, cuatro de los siete montañeros de aquella expedición perdieron la vida. Aprenderás esto y mucho más en el Museo del Matterhorn.
La entrada cuesta 12CHF (12€) y es gratuita con el Swiss Travel Pass.
Una parada interesante que hacer en Zermatt es visitar la iglesia de San Mauricio. Su torre se ve desde casi cualquier punto de la ciudad. Podríamos decir que esta iglesia tiene mucha suerte por las vistas privilegiadas del Matterhorn desde las escaleras.
La versión actual de la iglesia es de 1980, pero hay registros que indican que existe desde 1285, ¡casi nada! Su fachada es muy bonita y vale la pena sacarle un par de fotos.
El Matterhorn es una de las montañas más bonitas que hemos visto, pero a la vez es de las más peligrosas para los montañeros. Cerca de la iglesia de Zermatt hay un cementerio dedicado a los que perdieron la vida intentando escalar montañas de la zona. ¡Es una visita impactante que hacer en Zermatt!
Notarás que las tumbas no sólo están acompañadas de flores, sino también de objetos relacionados con el alpinismo: botas y piolets. Es una visita muy emotiva que hacer en Zermatt.
¿Quieres subir a una montaña de 4.000 metros, pero no tienes experiencia ¡El Breithorn es para ti! Se trata de uno de los montes más “fáciles”. Desde la cima hay una panorámica increíble de los Alpes. Se tarda unas dos horas en llegar a la cima por un camino técnicamente sencillo.
Pero eso no quita que vas a llegar a los 4.164 metros de altura, así que se necesita un buen estado físico. Te aconsejamos contratar los servicios de un guía para ir más seguro, además te darán todo el equipamiento necesario.
Una parada que hacer en Zermatt que no te puedes perder es Schwarzsee (lago negro). Es un lago de montaña pequeñito, pero muy bonito. En la orilla hay una curiosa capilla dedicada a Nuestra Señora de las Nieves. La historia detrás de este lugar es muy curiosa. Cuenta la leyenda que la construyeron dos excursionistas que se perdieron por la niebla. Ellos prometieron que si eran rescatados construirían una capilla, y ahí está.
El lago es el punto de partida para ascender al Matterhorn para los montañeros más experimentados. Hay una tradición entre los que suben. Al regresar de la montaña paran en la capilla para agradecer que están con vida después de esa experiencia. Durante el invierno hay acceso directo a las pistas de esquí, por eso hay un hotel allí mismo.
Para llegar a Schwarzsee debes coger dos teleféricos: Zermatt-Furi y Furi-Schwarzsee. El trayecto dura unos 20 minutos. Si tienes el Swiss Travel Pass hay un 50% de descuento en el precio de los billetes.
Gorner Gorge es un espacio para apreciar la belleza de la naturaleza. Lo mejor de todo es que se encuentra muy cerca de Zermatt. La garganta del río Gornera tiene las paredes muy estrechas y en algunas secciones el agua avanza con fuerza. ¡Es impresionante! En ciertas zonas, el agua está calmada y se puede apreciar su increíble color turquesa.
El lugar está muy bien diseñado con pasarelas de madera para poder seguir el curso del agua mientras das un paseo. Si vas caminando desde Zermatt hasta Gorner Gorge llegarás en unos 15 minutos. La entrada cuesta 5.50CHF (5,60€).
En el mismo río Gornera hay un puente colgante de 100 metros de largo. ¡Y casi 100 metros de altura! Cruzarlo es un imprescindible que hacer en Zermatt para los más aventureros. Para llegar a este puente tendrás que hacer una caminata circular fácil de 3 kilómetros. Solo se tarda una hora y es ideal para pasear en familia desde el centro de Furi.
En esta lista de cosas que hacer en Zermatt, ¡no nos podíamos olvidar del esquí! De hecho, es la razón por la que la mayoría visita Zermatt, ya sea en invierno o en verano. Sorprendentemente, la estación de esquí de Zermatt tiene más de 360 kilómetros de pistas. En el Matterhorn Glacier Paradise hay pistas abiertas todo el año. Por eso muchos esquiadores profesionales eligen Zermatt como base de operaciones.
Hay varios pases de esquí. Algunos dan solo acceso a las pistas, mientras otros también incluyen el transporte en funiculares y teleféricos de la zona. Los precios varían según las temporadas del año.
No puedes perderte esta visita a la pequeña aldea de Zmutt. Se puede llegar andando una horita o cogiendo el teleférico hasta Furi y un autobús. Sus casitas de madera y una pequeña capilla barroca rodeadas de naturaleza forman una imagen de postal.
Por si fuera poco, esta aldea fue hogar de una persona ilustre: Ulrich Inderbinen. Incluso con 90 años, este hombre guiaba expediciones hasta la cima del Matterhorn. ¡Impresionante!
Desde Zmutt sale un camino hacia el refugio Schönbielhütte. Allí está la cascada de Arben, con unas vistas chulísimas del Matterhorn.
Para cerrar este post de las mejores cosas que hacer en Zermatt te dejamos un consejo. Lo que nos llamó la atención de Zermatt es que solo pueden circular coches eléctricos. ¡El objetivo es evitar la contaminación!
Esta medida, sin duda, es ejemplar, además se nota muchísimo en la calidad del aire. De hecho, cuando nos marchamos de Zermatt, nada más bajar del tren notamos el aire mucho más sucio por el olor en Interlaken (¡y eso que no es París o Tokio!).
Pero el inconveniente de los vehículos eléctricos es que no hacen nada de ruido. ¡Y aquí viene nuestro consejo! Si vas paseando despistado los minibuses pueden casi rozarte sin que te enteres. ¡Nosotros nos pegamos alguno que otro susto!
En este mapa encontrarás la ubicación de todas las cosas que ver y que hacer en Zermatt.
La entrada 20 cosas que ver y hacer en Zermatt (Suiza) se publicó primero en Los Traveleros.