¿No sabes que hacer en Rabat? La capital de Marruecos es la segunda ciudad más poblada del país después Casablanca. ¡Tiene muchas joyas que debes explorar! Aunque hay otras ciudades que son más pintorescas, Rabat no se queda atrás porque tiene muchos lugares interesantes. No te faltarán cosas que hacer en Rabat: desde disfrutar de la maravillosa Necrópolis de Chellah hasta perderse entre el azul de la Kasbah de los Udayas. En este post te contamos 25 cosas que hacer en Rabat. ¡Toma nota!
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De todos los atractivos que ver en Rabat, este es el más famoso. Se trata de la tumba del “padre de la Independencia marroquí” que es simplemente espectacular. ¿Sabías que lo diseñaron 400 artistas diferentes? Es de estilo clásico árabe-andaluz, dentro del arte tradicional marroquí. Mohamed V ha sido uno de los reyes más queridos en la historia del país. Se negó a aplicar las leyes antisemitas del régimen de Vichy y llegó a proteger a más de 400.000 judíos marroquíes. ¡Marcó historia!
El sitio donde está ubicado el mausoleo es altamente simbólico. Cuando regresó de su exilio en Madagascar, África, el 18 de noviembre de 1955, anunció la independencia del reino marroquí en la explanada de la Torre Hasán. Hoy el mausoleo se encuentra en el mismo punto. Esta visita es algo imprescindible que hacer en Rabat.
Debes saber que la entrada a la mezquita adyacente está prohibida para los no musulmanes. Si quieres ver la tumba de Mohamed V y su familia lo tendrás que hacer desde un mirador en la entrada principal del mausoleo. ¡Podrás admirarla de lejos!
La Torre Hassan curiosamente es una obra incompleta. El gobernante de la época, Yacoub al-Mansour, quería construir la mezquita más grande del mundo tras la de Samarra, en Irak. Lastimosamente murió durante el proceso, así que las obras se paralizaron y el plan se quedó en una simple idea. La Torre Hassan mide 45 metros cuando debería haber medido más de 60. ¡Aun así no deja de ser bonita!
Este es otro de los emblemas de Rabat. La Torre Hassan es un minarete de la mezquita que recibe el mismo nombre. Como curiosidad, este minarete es hermano del de la Giralda de Sevilla y del de la mezquita de la Kutubía en Marrakech.
Una para imprescindible que hacer en Rabat es la Necrópolis de Chellah. En este emplazamiento vivieron fenicios, romanos y árabes. Aunque probablemente los fenicios fueron los primeros en ocupar el lugar, la ciudad no se desarrolló hasta la llegada de los romanos. El lugar era perfecto: ubicada cerca del Atlántico y junto al Bou Regreg, un río navegable. ¡Una ubicación privilegiada!
Sin embargo, siglos después los romanos lo abandonaron y posteriormente se instalaron los árabes. Construyeron una mezquita, varios santuarios, una madraza, entre otras edificaciones. Sin duda, es un lugar histórico para entender más sobre la región, su ocupación y las distintas culturas que sucedieron.
Actualmente el sitio se encuentra en reformas y la verdad es que ha estado así desde la pandemia, de todas maneras, puedes pasear por los alrededores para admirar el lugar. Solo debes considerar que está en las afueras de Rabat, a unos 35 minutos a pie desde el centro de la ciudad. Si prefieres ir en taxi, no te debería costar más de 200 dirhams (unos 2€). Sin duda, una de las visitas imprescindibles que hacer en Rabat.
Al igual que todas las grandes ciudades que ver en Marruecos, Rabat cuenta con un increíble Palacio Real. Aunque no te emociones porque el Rey de Marruecos no reside en este lugar. En realidad, allí funciona la sede del Gobierno y otras instituciones, ya que Rabat es el centro político e institucional del país.
La entrada al edificio está completamente prohibida. De hecho, hay muchísima seguridad. Así que tendrás que conformarte con pasear por sus jardines y observarlo de lejos. Evita sacarles fotos a los guardias, recuerda que es un lugar muy importante y resguardado.
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El ambiente que se percibe en Rabat no se compara con el de las otras ciudades de Marruecos. Y es que se trata de la capital del país por lo que notarás la diferencia al pasear por sus calles. Verás más policía, edificios gubernamentales y de mayor tamaño, restaurantes de todo tipo y por supuesto, mucha más gente. En fin, tiene un aire muy distinto, mucho más ordenado e institucional. ¡Te sorprenderá! Además de ser una ciudad distinta, tiene un clima bastante favorable durante todo el año.
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Vivir el auténtico ajetreo de la ciudad es posible en la Medina. Esta es otra de las mejores cosas que hacer en Rabat. Si has estado en Fez o Marrakech, la Medina de Rabat te va a parecer poco. Es totalmente diferente, principalmente por su arquitectura, de estilo andaluz. Los edificios se construyeron en el siglo XVII, cuando los musulmanes llegaron de Andalucía. La calle de los Cónsules, o Rue des Consuls es una de las principales y podrás encontrar productos de todo tipo. ¡Ir allí es toda una experiencia!
En la Medina de Rabat, si hay un edificio que destaca por encima del resto es la preciosa mezquita El Qoubba. Resalta por altura y por belleza. Aunque como en cualquier Medina te va a costar encontrarla por sus callejones sinuosos que parecen un laberinto. De todas formas, merece la pena acercarse. Lastimosamente, la entrada está prohibida para los no musulmanes, así que no te quedará más que fotografiarla desde fuera.
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Visitar Mellah es regresar en el tiempo a 1808, durante el reinado del sultán Moulay Slimane. Más de 6.000 judíos que vivían en la ciudad se vieron obligados a residir en esta zona reservada para ellos. Hoy ya casi no quedan judíos en Rabat. El éxodo fue enorme en los años 50, cuando más de 300.000 judíos marroquíes de todo el país se marcharon a Israel. ¡Increíble pero cierto! Una visita al barrio judío de Mellah es algo indispensable que hacer en Rabat.
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Pasear por la Kasbah de los Udayas, te transportará por unos instantes a Chefchaouen. Este es uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad, por no decir el principal. Dentro de las murallas de la fortaleza que data del siglo XI se esconde la magia. Estamos hablando de un barrio pequeño y tranquilo lleno de edificios blancos y azules. Si quieres desconectar del bullicio de la capital, perderte por sus calles es ideal. ¡Quedarás fascinado!
Después de perderte una y otra vez por las encantadoras calles azules y blancas de la Kasbah de los Udayas, es hora de la sorpresa. Desde aquí podrás tener unas vistas fantásticas del Océano Atlántico y de Salé. Sólo debes ir al mirador de la zona y listo. ¡El paisaje te robará más de un suspiro!
¿Quieres desconectar del caos y el bullicio de la ciudad? Entonces debes darte una vuelta por los Jardines Andaluces. Es otra cosa recomendable que hacer en Rabat aunque no son nada del otro mundo, no podemos negar que son tranquilos. ¡Perfectos para relajarse! No hagas caso al nombre de este lugar, porque de andaluz no tiene más que la apariencia. En realidad, los jardines fueron diseñados por un arquitecto francés en el siglo XX.
Las puertas que verás en todo Marruecos compiten entre ellas por lo preciosas que son. Y no hay mejor forma de entrar a la Medina de Rabat que pasando por la Bab el Had. Cuando cruces esta imponente puerta dejarás atrás la moderna Rabat y entrarás en el mundo de la artesanía, los mercados y el regateo. ¡El lado auténtico de Rabat!
La Ville Nouvelle fue construida en 1912 por los franceses durante su protectorado. Quisieron construir un barrio totalmente diferente a las afueras de la Medina como residencia para los burócratas franceses. De hecho, la Ville Nouvelle de Rabat fue la primera en todo Marruecos. ¡Una visita a la zona es una de las mejores cosas que hacer en Rabat!
Allí podrás admirar la arquitectura Art Nouveau y Art Decó que abunda en cada esquina. El contraste con los callejones y calles estrechas de la Medina es sorprendente. ¡Parecerá que estás en otro país! La arteria principal de la Ville Nouvelle de Rabat es la avenida Mohammed V.
Un paseo por la avenida Mohammed V no te vendrá mal. Es la avenida principal de la ciudad y une la Medina con la Ville Nouvelle de Rabat. Empieza a los pies de la mezquita de Assounna y termina en el boulevard El Alou. Durante su recorrido podrás encontrar muchas tiendas y el famoso hotel Balima. Frente a este hotel se encuentra el Parlamento de Marruecos y otros edificios importantes como el Banco Al Maghrib o la preciosa Oficina de Correos. Pasear y observar su ambiente es algo muy aconsejable que hacer en Rabat.
La Mezquita Assouna es la más famosa de toda Rabat. Se encuentra precisamente, en el lugar donde arranca la elegante avenida Mohamed V, así que te quedará de camino. Fue construida por los alauitas en el siglo XVIII y sigue en pie. Como en todas las mezquitas de Marruecos, la entrada está prohibida para los no musulmanes. Si es tan bonita desde fuera no nos podemos imaginar cómo será por dentro.
En Rabat no hay ningún museo tan interesante como este. ¡Debes agregarlo a la lista! Solo el edificio en si ya merece la pena. El museo alberga arte moderno y contemporáneo tanto marroquí como internacional. En general el museo contiene obras de más de 200 artistas marroquíes. Sin duda, una visita entretenida y educativa que hacer en Rabat.
Como curiosidad, este es el primer museo a gran escala construido en Marruecos desde la independencia del país en 1956. La entrada cuesta 40 dirhams (unos 4€) y está abierto todos los días, a excepción de los martes, desde las 10:00h hasta las 18:00h.
Te sorprenderá saber que el edificio de la oficina de correos de Marruecos es muy pintoresco. La combinación de colores, materiales y su diseño le dan el toque atractivo. Se trata de uno de los lugares más destacados de la preciosa avenida Mohamed V. Fue construida en el siglo XX por el arquitecto francés Lafforgue. ¡No te olvides de fotografiarla!
¿Sabías que tardaron 12 años en construir esta catedral? Empezaron con el proyecto en 1928 y lograron terminarlo en 1930. Lo último en construirse fueron sus dos torres, que son de los elementos más distintivos de la arquitectura moderna de la ciudad. La Catedral de San Pedro todavía sigue activa y se celebran misas dominicales.
Después del museo de arte moderno y contemporáneo, este es el segundo más visitado de la ciudad. ¡Es una visita interesante que hacer en Rabat! Especialmente si te gusta conocer sobre la arqueología. Tienen auténticos tesoros desde la etapa romana de la ciudad. Asegúrate de ver los objetos procedentes de Volubilis, tienen un valor histórico muy importante. Si tienes varios días en la ciudad, no te lo pierdas. El precio de entrada es de 20 dirhams (unos 2€).
Y si tu ruta por Marruecos incluye Fez, te recomendamos reservar esta excursión para conocer Volubilis en primera persona. ¡Es un magnífico lugar!
Si te interesa ir de compras en Rabat puedes visitar el Megamall. También será una forma de desconectar del turismo, especialmente si llevas varios días viajando por Marruecos. Es un interesante centro comercial situado en las afueras de Rabat, cerca de la zona de las embajadas. Encontrarás tiendas de todo tipo y algunas opciones de restaurantes. Puedes pasar una tarde entera, pero esto solo lo recomendamos en caso de que tengas bastante tiempo en la ciudad.
Como es la capital del país, en las afueras de Rabat se concentran las embajadas internacionales. Podrás identificarlas con sus banderas flameando cerca de la entrada. Aunque no es un gran atractivo turístico, es una visita curiosa que hacer en Rabat para conocer más a fondo la ciudad.
Si tienes varios días en Rabat no está de más conocer Salé, la ciudad que está a la otra orilla del río Bu Regreg. Esta localidad de más de 800.000 habitantes esconde varios atractivos. Uno de ellos es la Madraza Abul Hassan, también conocida como Medersa des Merinides. Fue construida hace 700 años para la educación religiosa. Está justo al lado de la Masjid Azam, una gran mezquita musulmana. La entrada cuesta 60 dirhams (6€ aproximadamente).
En las afueras de Salé también puedes visitar estos exóticos jardines. Si te gustan las plantas encontrarás tu paraíso allí y si no eres un amante de lo verde, al menos podrás desconectar del bullicio de Rabat. Lo más curioso es cómo se formó este precioso jardín. En el siglo XX un horticultor francés apasionado por los viajes quiso representar varios microclimas exóticos en este espacio. La entrada cuesta 20 dirhams (unos 2€), un precio bastante barato para la súper experiencia que puedes tener.
Una visita a Rabat no estaría completa sin un precioso atardecer. Y qué mejor lugar que la playa de Temara ubicada en las orillas del Atlántico, a las afuera de la ciudad. Sí, Rabat también cuenta con playa. Y esta es la mejor de todas. Puedes llegar allí fácilmente en transporte público: en el bus 33 desde la Bab el Had. Las vistas a Rabat son muy bonitas
Y para acabar nuestra lista de cosas que hacer en Rabat no puedes perderte una visita a Casablanca, la capital económica de Marruecos. Por suerte está a solo una horita de Rabat. También es una ciudad que se puede conocer en un solo día, puedes ir y volver desde Rabat fácilmente. Hay un tren cada media hora, así que más fácil imposible. ¡No te pierdas la espectacular Mezquita Hassan II! Casablanca no puede quedar fuera tu lista de cosas que ver en Marruecos.
En este mapa hemos marcado todos los lugares que mencionamos en el post para ayudarte a planificar tu visita a Rabat. Puedes verlo cuando quieras desde la sección “Mis lugares > Mapas” de la aplicación Google Maps si das click sobre la estrella que hay junto al título.
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