Montreal es la segunda ciudad más grande que ver en Canadá y uno de los principales motores económicos y culturales del país. Aunque cuando la visitamos no nos hizo buen tiempo, la verdad es que la encontramos una ciudad con mucha personalidad. Y es que no te faltarán cosas que hacer en Montreal: desde perderte por el casco histórico hasta enamorarte de las casitas de Plateau-Mont Royal. En este post te contamos 30 cosas que hacer en Montreal.
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Vieux-Montreal es el corazón antiguo de la ciudad y está delimitado por las murallas que había en el siglo XVIII. Algunas de sus calles aún están empedradas y se conservan los edificios de arquitectura europea. Es una zona súper agradable para pasear, con muchos restaurantes y tiendas.
Sin ninguna duda, callejear por el casco antiguo debería ser la primera cosa que hacer en Montreal para familiarizarse con la ciudad. No te pierdas el mercado con la gran cúpula central, fue todo un símbolo de la ciudad.
La calle más antigua de Montreal te transportará a Europa por un momento. La Rue St. Paul se inauguró en 1673 y sigue teniendo un ambiente clásico que enamora. La calle está empedrada y con edificio de estilo europeo que la convierten en uno de los rincones más fotogénicos de Montreal.
No te pierdas el principal edificio religioso de la ciudad. La Basílica de Notre Dame se construyó en 1832, inspirándose en la Sainte Chapelle de París, de estilo neogótico. Su decoración interior está llena de obras religiosas: tallas de madera, pinturas, esculturas y sus impresionantes vidrieras.
La entrada cuesta 14CAD (10€) y es una de las visitas más interesantes que hacer en Montreal.
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Como indica el nombre, en su día fue un puerto. Pero ahora es una zona al aire libre pensada para el entretenimiento. Son dos kilómetros de extensión a la orilla del río Saint-Laurent con un mercado al aire libre, una enorme noria y un parque de aventuras, zonas para hacer un picnic e incluso una playa urbana para los meses de verano.
Durante los meses de frío es una zona un poco desangelada, pero con el calor cobra vida y se vuelve una de las visitas más entretenidas que hacer en Montreal.
No te olvides subir a su enorme noria para tener una perspectiva inmejorable de la ciudad. Sin duda, una de las mejores cosas que hacer en Montreal.
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La gran protagonista del puerto viejo es la torre del reloj. Se trata de una torre blanca de 45 metros que sirve como monumento conmemorativo a los marineros canadienses que se dejaron la vida en la Primera Guerra Mundial.
El paseo que lleva hasta la torre es precioso, especialmente en verano con los árboles llenos de hojas. Al fondo se ve el puente Jacques Cartier, así que es una estampa muy característica de la ciudad.
Uno de los iconos de Montreal es este puente de acero que cruza hasta la isla de Santa Helena. Se inauguró en 1930 con un nombre distinto, pero se le cambió el nombre para homenajear al explorador que descubrió Canadá. Más allá de ser un puente para facilitar el transporte, tiene un sistema de iluminación chulísimo con distintos colores y efectos. ¡No te lo pierdas de noche!
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La Ronde es ideal para pasar un día de verano. Es el parque de atracciones por excelencia de la ciudad, ya que está muy cerca del centro. Hay todo tipo de atracciones, desde las más calmadas y familiares hasta la más fuertes. Hay mucha variedad de montañas rusas. También hacen espectáculos de circo para entretener a toda la familia. La entrada cuesta 69,99CAD (50€).
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Una visita imprescindible que hacer en Montreal para los amantes del deporte es este circuito urbano de Fórmula 1 Gilles-Villeneuve.
La pista no solo la aprovechan para la carrera, sino que cualquiera puede ir a correr o entrenar en bici en sus más de 4 kilómetros de recorrido. Ten en cuenta que el circuito solo abre de abril a noviembre, ¡el resto del año está cubierto de nieve!
Este edificio es un conjunto de oficinas, el Hotel InterContinental y un centro comercial con restaurantes. Se trata de un concepto de renovación urbana de una construcción antigua. Mezcla a la perfección los toques clásicos y modernos en su gran patio central.
Hay algunas tiendas y restaurantes, pero con precios bastante elevados. Lo que más llama la atención es la gran fuente central. El agua actúa como espejo y refleja la estatua y la fachada del edificio.
Puede parecer que no hay nada que hacer en Montreal en invierno a causa del frío. Pero para eso inventaron esta serie de galerías subterráneas.
Están llenas de comercios, de ahí el nombre de ciudad subterránea. Una buenísima idea para poder pasear por Montreal sin congelarse durante los inviernos.
Visitar un palacio de congresos suena como un plan turístico un tanto raro. Pero el de Montréal está en el centro de la cuidad y tiene un interior sorprendente. Toda la fachada está hecha con cristales tintados de colores que dan un montón del vida al edificio y lo hacen un sitio ideal para hacer fotos chulas.
Esta heladería está hecha para los que dicen que comemos por los ojos. Está claro que, por mucho frío que haga o no te guste demasiado el dulce, si ves un helado de La Diperie te apetece inmediatamente. Son conos bañados en chocolate, caramelo y otras salsas con toppings para todos los gustos: virutas de chocolate, mini pretzels, frutos secos, trozos de galleta y un largo etcétera.
Una de las cosas más curiosas que hacer en Montreal es visitar una exposición de Barbies. Y no es cualquiera, sino que es la colección de Barbies más grande del mundo. Hay centenares de muñecas ordenadas por época, país de origen e incluso diseñadores de su ropa.
No te marches sin convertirte en Barbie o Ken, hay una caja de las famosas muñecas de gran tamaño para que entres a hacerte una foto. La entrada es gratuita.
Este parque es el pulmón de Montreal. Es enorme y con bastantes rampas, cosa que los hace ideal para practicar deporte. No te marches del parque sin llegar al Chateau de Mont-Royal, en la parte más alta. Hay un mirador con unas vistas geniales de toda la ciudad. Subir las escaleras merece la pena 🙂
Para los amantes de las compras, el barrio de Mile End es una parada obligatoria que hacer en Montreal. Está lleno de pequeñas boutiques de moda y galerías de arte. También hay locales muy chulos para hacer un brunch.
Otra delicia local son los bagels. Los más famosos de Montreal son de la panadería St. Viateur. Tienen varios locales donde venden los bagels sueltos, sin rellenar. Pero también hay varias neveras con complementos ideales para el bagel: queso en crema, mantequilla o salmón ahumado
Si tuviéramos que elegir un barrio para vivir en Montreal, ese sería Le Plateau Mont-Royal. Está lleno de casas de espectáculo. Las fachadas de colores con las escalerillas para entrar parecen sacadas de una película.
Toda la zona de Le Plateau Mont-Royal es preciosa, pero esta plaza es la joya del barrio. Tiene todo un lateral lleno de casas adosadas con las puertas y ventanas de distintos colores. No te podrás resistir a sacar la cámara.
El plato más típico de la provincia de Quebec es la poutine. Es bien contundente: patatas fritas con salsa de carne y queso por encima. Si no tienes suficiente con eso, puedes añadirle otros ingredientes como bacon o salchichas. ¡Más vale que optes por otra opción de la carta si tienes el colesterol alto! Una parada muy popular que hacer en Montreal para probar la poutine es La Banquise Resto, aunque lo encontrarás en cualquier restaurante.
Uno de las cosas que hacer en Montreal favoritas de los locales es aprovechar el buen tiempo en el parque La Fontaine. Tiene campos de tennis, béisbol e incluso una piscina que se convierte en pista de patinaje sobre hielo en invierno. Un lugar ideal para pasear en Montreal.
Montreal está promoviendo mucho el turismo gay. Por eso, una de las zonas más animadas de la ciudad es el Gay Village. Es un barrio principalmente animado por la noche, cuando todo el mundo sale a tomar una copa.
Una de las cosas más bonitas que hacer en Montreal es pasear entre plantas de todo el mundo. Es uno de los jardines botánicos más grandes y completos del mundo, con más de 20.000 especies vegetales. En los meses más fríos solo se pueden ver los invernaderos, donde hay orquídeas o cactus. Incluso hay alguna escultura floral súper divertida.
Si visitas Montreal en verano también podrás disfrutar del jardín chino y japonés al aire libre. La entrada cuesta 22CAD (16€).
Montreal acogió los Juegos Olímpicos de 1976 y aún se conserva el parque olímpico. El antiguo velódromo cayó en desuso, pero en 1992 se inauguró con una nueva funcionalidad muy original.
Este edificio en forma de esfera es ahora un museo que combina varios espacios. Allí dentro se recrean cuatro ecosistemas distintos para experimentar cómo conviven en un mismo espacio. Sin duda, una de las visitas más interesantes que hacer en Montreal.
La construcción más curiosa es la torre inclinada más alta del mundo. Aunque no es tan famosa como la de Pisa, sus 165 metros de altura con 45 grados de inclinación la hacen muy especial. Puedes subir hasta el mirador en un funicular donde caben hasta 50 personas, ¡todo a lo grande!
En días despejados, se puede llegar a ver hasta 80 kilómetros de distancia desde arriba. La entrada cuesta 23,25CAD (15€).
En el centro de la ciudad puedes encontrar este centro comercial cubierto. No deja de ser un recinto normal y corriente, con cinco plantas y tiendas de marcas internacionales. Pero tiene una particularidad, dentro hay un museo. Se trata del Musée Grévin, donde se pueden ver figuras de cera de personajes famosos.
Es el museo de arte más importante de la ciudad y uno de los mejores de Canadá. Su colección de pinturas, esculturas y objetos como cajas pintadas provenientes de alrededor del mundo no te dejará indiferente. La entrada cuesta 24CAD (17€), aunque hay una tarifa de 16CAD (11€) para menores de 30 años.
La iglesia más grande de Canadá está en Montreal. En el santuario dedicado a San José caben hasta 10.000 personas, para que te hagas la idea de su tamaño. La construcción se inspiró en el renacimiento italiano y se finalizó en 1967. Su impresionante cúpula de casi 100 metros de altura te dejará alucinado.
Nos encanta visitar los mercados alrededor del mundo. Creemos que es un lugar de encuentro que resume muy bien la cultura de cada lugar. En este mercado al norte de Montreal encontrarás todo tipo de frutas, verduras y productos típicos como el sirope de arce.
Acabamos con la lista de cosas que hacer en Montreal con el deporte estrella en Canadá: el hockey sobre hielo. Si tienes la oportunidad puedes ir al Bell Centre a ver un partido de los Canadiens de Montreal, el equipo de la ciudad. Son el equipo que más veces ha ganado la NHL, la liga de hockey de Estados Unidos y Canadá.
Y para acabar este post sobre las mejores cosas que hacer en Montreal, no nos podíamos olvidar de mencionar una excursión a Quebec. Si tienes varios días en Montreal, también puedes aprovechar para visitar Quebec. Es una de las ciudades más bonitas del país y es muy recomendable dormir en la ciudad. ¡Por la noche es mágica!
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