Marrakech es el principal destino turístico de Marruecos, un país precioso. Ubicada a los pies del Atlas, ofrece un montón de monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. No te faltarán cosas que hacer en Marrakech: desde perderte por sus zocos hasta escaparte al desierto. En este post te contamos 45 cosas que hacer en Marrakech para que la disfrutes como se merece. Si tienes suficientes días, te recomendamos hacer alguna excursión fuera de la ciudad para conocer mejor los paisajes y cultura marroquíes.
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Hemos preparado un mapa con la ubicación de todas las cosas que hacer en Marrakech, así será más fácil planificar tu visita. Puedes clicar sobre la estrella para guardarlo en tu cuenta y verlo cuando quieras en la sección “Mis lugares > Mapas” de la app Google Maps.
El centro histórico de Marrakech fue fundado en el año 1070 por un poblado nómada proveniente del Sahara. Durante todos estos siglos, la Medina ha sido el centro económico de la ciudad, además de tener verdaderas maravillas arquitectónicas.
En la Medina encontrarás mil maravillas si paseas sin rumbo. De hecho, está considerada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Eso sí, no te quedes demasiado embobado y vigila mucho con el tráfico. Si quieres estar más tranquilo y descubrir cada rincón de la Medina, puedes reservar una visita guiada en español.
Incluso usando Google Maps, te vas a perder varias veces por sus calles. Cuando te pase, no preguntes a los chicos que veas por la calle, te llevarán por un camino erróneo hasta llegar a su tienda para que compres o simplemente te harán dar más vuelta para que les des propina por su tasca como “guías”. Si te pierdes, lo mejor es que preguntes en algún restaurante. Te damos 10 consejos prácticos sobre seguridad en Marrakech para que no caigas en estas trampas.
Muchas veces, sin ni siquiera preguntar, te pararán intentando guiarte, te dirán que ese sitio que buscas está cerrado para llevarte a su terreno y acabar pidiéndote dinero.
También es muy frecuente que te engañen diciéndote que muy cerca de donde estás hay un evento que se celebra sólo una vez a la semana, te llevarán allí y luego te pedirán dinero. Un ejemplo es el caso de los curtidores, te dirán que justo en ese momento es la mejor hora para hacer fotos para conseguir venderte algo. Se las saben todas.
El corazón de Marrakech está en esta plaza. Cambia muchísimo visitarla durante el día o por la noche, así que te recomendamos que vayas por lo menos un par de veces. Antes de que se ponga el sol está mucho más tranquila, con puestos de zumos naturales y vendedores ambulantes. Cuando cae la noche se montan corros de gente alrededor de oradores, varios músicos dan mucho ambiente y un montón de tenderetes de comida callejera de apoderan del centro de la plaza.
Es uno de esos lugares que amas o odias, por eso dar un paseo por allí es algo imprescindible que hacer en Marrakech.
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Por desgracia, no sólo hay paradas de comida y vendedores en la plaza Jamâa el Fna. También te encontrarás con muchas personas que se sirven de monos, cobras o víboras para ganar un dinerito. Intentarán de todas las formas posibles ponerte a los animales encima y caerte simpáticos para que te hagas una foto con ellos. Ve con mucho ojo porque no hay ningún tipo de control y una simple mordedura te puede costar la vida. Varios “encantadores de serpientes” han muerto en Marruecos víctimas de mordeduras.
Además, por sacar una simple foto al animal te pedirán dinero a cambio. Son seres que deberían estar en libertad, así que financiar una actividad tan lastimosa es algo desaconsejable que hacer en Marrakech.
Nosotros siempre viajamos asegurados con Iati. Un seguro de viaje es tan o más importante que el billete de avión. De esta forma vamos cubiertos con la mejor atención ante cualquier imprevisto. Te ofrecemos un 5% de descuento en todos sus seguros de viaje.
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Lo mejor para ver todo lo que ocurre en la plaza Jamaa el Fna al atardecer es subir a una terraza a tomar algo. Es algo muy relajante que hacer en Marrakech para acabar el día con calma. Los locales más famosos son Café Glacier y Café de France. Nosotros probamos los dos y nos quedamos con el primero, hay una vista más amplia de la plaza y la terraza es más grande y bonita. Te recomendamos ir una media hora antes de que se ponga el sol para coger un buen sitio al lado de la barandilla.
Encontrarás alfombras, cojines, lámparas y verdaderas joyas de artesanía para decorar tu casa. También hay todo tipo de productos de piel: cinturones, bolsos, mochilas y zapatos. ¿Qué quieres especias o aceite de argán? Tampoco tendrás problema en encontrarlos. Lleva la paciencia bien cargada y practica el arte del regateo para conseguir un buen precio. Siempre te intentarán vender el producto por mucho más de lo que vale.
No te pares en las tiendas si no estás interesado en comprar algo. En la mayoría de locales no se puede mirar nada tranquilo porque los vendedores te agobiarán para que compres. Seguramente acabes perdiendo un buen rato para quitártelos de encima. Así que intenta ser disimulado a la hora de mirar esas lámparas de hojalata tan bonitas que ni siquiera caben en la maleta
Cuando pasees por Jamaa el Fna de noche te asaltarán un montón de chicos intentando que pruebes su puesto de comida callejera. La primera vez alucinarás, después ya intentarás coger otro camino o poner cara de mal humor para que no te paren porque resulta muy agobiante. No te has ido de uno que ya hay otro diciéndote lo mismo.
Eso sí, hay que reconocer que tienen un buen repertorio de frases para sacarte una carcajada: más barato que Ryanair, más bueno que en Mercadona, aquí se come mejor que con Karlos Arguiñano y Arzak. Esos son algunos ejemplos de lo que nos dijeron
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La muralla tiene 19 puertas de entrada a la ciudad, ¡no te pierdas ésta! Se construyó en el siglo XII para dar acceso a la kasbah real. Eso sí, la actual es una reconstrucción de hace 200 años algo más pequeña que la original.
La parte antigua de Marrakech está rodeada por una muralla con un perímetro de más de 18 kilómetros. Su color rojizo característico de la arcilla se conserva desde el siglo XII. Se construyó por la necesidad de proteger el campamento militar y los mercados que formaban la ciudad por aquel entonces.
No te diremos que recorras todo el recorrido de la muralla, pero hay tramos realmente bonitos y bien conservados. Nos gustó especialmente el tramo que rodea el barrio Hivernage, donde está el Casino de Marrakech y algunos hoteles de lujo.
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Su torre se puede ver desde casi cualquier punto de Marrakech, ya que es el edificio más alto de la ciudad con más de 60 metros. De hecho, está prohibido que ninguna construcción supere su altura. Se inauguró en 1158 y ocupa el territorio de una mezquita anterior que fue destruida. Si quieres ver la tercera mezquita más grande del mundo, tendrás que visitar Casablanca.
¿Te recuerda a algo? Sirvió como modelo para construir la Giralda de Sevilla y la torre Hassan de Rabat. No se puede entrar, ya que el acceso está restringido a los musulmanes que quieran rezar. Aún así, contemplarla desde fuera es una de las cosas más recomendables que hacer en Marrakech.
Aunque no sean los jardines más bonitos del mundo, creemos que son una parada imprescindible que hacer en Marrakech. Desde allí se tiene una vista genial de la Kutubía. A lo largo de los jardines hay un par de fuentes de azulejos muy bonitas. Además, es un lugar ideal para descansar del sofocante calor marroquí en un banco a la sombra.
Este riad del siglo XVI te enamorará con su patio rodeado de columnas. Tiene una decoración digna de la mejor madraza, así que merece mucho la pena pasarse a visitarlo. Desde el año 2000 está restaurado y se ha convertido en una galería de arte con un café literario y restaurante.
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Ésta es una de las visitas más tranquilas que hacer en Marrakech pese a estar en pleno centro de la Medina. Es un complejo con arquitectura islámica de hace más de 400 años donde se respira paz. Los edificios de la dinastía saadí fueron remodelados el siglo pasado y están rodeados de un bonito jardín.
La entrada al jardín cuesta 50 dirhams (5€) y subir a la torre cuesta 30 dirhams adicionales (3€).
Con todo el ajetreo que hay en la Medina, algo muy recomendable que hacer en Marrakech es relajarse en un hammam. Es un baño típico árabe que te dejará la piel suave y la mente muy despejada. Además, los precios son mucho más económicos que en España. Nosotros tuvimos una experiencia fantástica en Les Bains de Azahara, donde además del baño, exfoliación y mascarilla corporal nos dieron un fabuloso masaje.
Aquí podrás ver una colección de cientos de fotos, negativos y documentos del Marruecos de 1870 a 1950. Hay verdaderas obras de arte. Pero no solo merece la pena por las fotos, el edificio en sí es precioso. Además, tiene una terraza con vistas a la Medina donde tomar algo.
La entrada cuesta 50 dirhams (5€) y, si la guardas, puedes entrar todas las veces que quieras. Una parada muy interesante que hacer en Marrakech si te gusta ver fotografías antiguas.
Hay expuestos varios objetos tradicionales marroquíes, como alfombras, cerámica, armas o joyas. Quizá no te llamen demasiado la atención todos estos objetos, pero el edificio no te dejará indiferente. Es un antiguo palacio del siglo XIX donde vivió un antiguo ministro de defensa. La entrada cuesta 30 dirhams (3€).
Muy cerca de la madraza y el museo de Marrakech está el único edificio de arquitectura almorávide que se conserva en la ciudad. El edificio se construyó en el 1117 y pertenecía a una mezquita que se destruyó. La cúpula se usaba para lavarse antes de las oraciones.
Uno de los lugares más fotogénicos que ver en Marrakech es esta antigua escuela coránica fundada en el siglo XIV. Tenía capacidad para que más de 800 estudiantes memorizaran el corán. Pero más allá de su significado histórico, la decoración de madera y azulejos hace de la madraza un lugar mágico.
Aunque tenemos que decir que nuestra madraza favorita la encontramos en la ciudad imperial de Meknes. Es una visita imprescindible que hacer en Marrakech. Recomendamos visitarla a primera hora o al mediodía para estar más tranquilo, ya que suele haber mucha gente. La entrada cuesta 40 dirhams (4€).
Uno de los productos más fotografiados de los zocos son las montañas de especias. En la plaza Rahba Kedima no te faltarán variedades para elegir. Además huelen estupendamente. Si te gustan los zocos con encanto y visitarás más lugares del país, no puedes perderte las calles azules mágicas de Chefchaouen.
Algo imprescindible que hacer en Marrakech es probar platos típicos del país. La comida marroquí tiene muy buena fama, ¡y con razón! En casi cualquier lugar sirven raciones abundantes y deliciosas. No te vayas sin probar el cous cous, un tajine o los deliciosos dulces para el postre. Si las vistas acompañan no se puede pedir más. Hay muchos restaurantes con terrazas desde donde se ven los tejados de la medina.
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Este oasis con más de 300 especies de plantas es precioso. Fue creado por el pintor francés Jacques Majorelle, pero se hizo conocido después de que el diseñador Yves Saint Laurent lo comprara para evitar que se construyera un hotel allí. Es una de las visitas más populares que hacer en Marrakech, así que espérate encontrar bastante gente.
La entrada al jardín cuesta 150 dirhams (14€).
Al ladito de la entrada de los jardines Majorelle hay una tienda chulísima. Encontrarás ropa, accesorios y elementos de decoración para casa de estilo marroquí. Todos los productos tienen un diseño muy elegante y moderno. Eso sí, no esperes precios acordes a Marruecos, son todo productos de diseñador bastante caros para los estándares del país. Una buena parada que hacer en Marrakech después de visitar el Jardín Majorelle.
La zona moderna de Marrakech parece una ciudad totalmente distinta. Las calles son anchas, las casas grandes y los comercios están bastante dispersos. No es para nada la zona más bonita, pero dar una vuelta por allí después de ver el Jardin Majorelle es algo curioso que hacer en Marrakech para conocer la otra cara de la ciudad.
Cada rincón de Marrakech es puro arte, por eso su estación de trenes no podía ser menos. Pese a ser un edificio muy nuevo, inaugurado en 2008, mantiene la esencia de la arquitectura tradicional.
Justo enfrente de la estación de trenes está el Teatro Real, otro edificio que no te dejará indiferente. No te pienses que es una antigua joya restaurada, es una construcción bastante nueva, del 1978. Es obra del arquitecto Charles Boccara, que combinó distintos materiales típicos en los edificios marroquíes. Se puede entrar gratis, aunque siempre encontrarás guías dispuestos a enseñarte el recinto a cambio de unos dirhams.
En la zona más moderna de Marrakech puedes visitar este pequeño museo. Tiene una colección de obras relacionadas con el mundo árabe de los siglos XIX y XX. La mayoría de ellas son de pintores europeos que se enamoraron de Marruecos y lo reflejaron en su obra. La entrada cuesta 40 dirhams (4€) e incluye una visita guiada.
Si tienes suficientes días, te recomendamos muchísimo hacer un tour de dos o tres días hasta el desierto. Dormirás allí una noche en un campamento de haimas. Caminar sobre las dunas por la noche da una sensación de paz y libertad increíble. Es una experiencia que hay que probar una vez en la vida.
Puedes reservar esta excursión de 3 días con guía en español que te va a permitir descubrir lo mejor de la zona. Si prefieres acabar en la bonita ciudad de Fez y ganar en comodidad, esta excursión es la mejor opción.
Una de las experiencias nocturnas que hacer en Marrakech es ver un espectáculo de danza del vientre con música en directo mientras cenas. Los locales más famosos son Comptoir Darna y Jad Mahal. Los platos salen por unos 20€, nada descabellado teniendo en cuenta el fabuloso ambiente de la cena.
No te esperes algo parecido al Jardín Majorelle, apenas hay olivos y palmeras. Además, tienen un estanque con un palacete bastante bonito. Si los visitas en un día despejado podrás ver el Atlas de fondo, una estampa que merece la pena. Estos jardines están muy cerca del aeropuerto de Marrakech.
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Aunque hoy no quedan más que ruinas, éste fue uno de los palacios más bellos de Marruecos. Se construyó para conmemorar la victoria en una batalla contra los portugueses en 1578. La superficie que ocupa es enorme, por eso se tardaron 25 años en acabarlo.
Según los planos, los expertos dicen que está inspirado en la Alhambra de Granada. Ahora ya no queda nada de los lujosos materiales que se usaron en sus 360 habitaciones, pero sólo viendo sus muros te haces la idea de la grandiosidad del palacio. La entrada cuesta 70 dirhams (6€).
¿Estás pensando en ir de Marrakech a Fez? Allí encontrarás el hermoso palacio real.
A diferencia del anterior, el Palacio de la Bahía sí se conserva bien. Se construyó en el siglo XIX con la intención de ser el palacio más grande de todos los tiempos. Tiene un espectacular patio central alrededor del cual hay las habitaciones para el visir y sus concubinas.
Además, está rodeado por 8.000 metros cuadrados de jardines. Una visita muy recomendable que hacer en Marrakech. La entrada cuesta 70 dirhams (6€).
Lámparas, teteras, bandejas… Encontrarás todo tipo de preciosidades de hojalata en esta coqueta plaza en la Kasbah. También hay algunos locales para comer o tomar algo. Nos pareció un rincón tranquilo y bonito que ver en Marrakech dentro de la locura de la Medina.
Dentro de la Kasbah encontrarás el complejo donde está enterrada la dinastía saadí. Hay dos mausoleos decorados con mucho gusto, aunque también verás tumbas de los soldados en el jardín. No te vayas sin ver lo mejor, la sala donde está enterrado el sultán Ahmad al-Mansur y su familia más cercana. Está decorada con doce columnas de mármol y una cúpula de madera tallada espectacular.
No se puede acceder al recinto, para verlo tienes que hacer cola para mirar por una especie de ventana. La entrada cuesta 60 dirhams (5€).
Este cementerio se fundó en el siglo XVI, para enterrar a los judíos españoles expulsados en el siglo XV. Fueron a Marrakech para vender sal, especias y joyas en el barrio de Mellah. Después de cinco siglos, no se conserva demasiado bien. Pero puedes ver tumbas de diferentes épocas, todas en tonos claros. Es una visita histórica muy curiosa que hacer en Marrakech.
Una parada imprescindible que hacer en Marrakech para los más golosos. Tienen pastas y pasteles para todos los gustos, además de hacer buen té y café. Está muy cerca de la plaza Jamaa el Fna, en un local tranquilo y con WiFi. Que no te ahuyenten las abejas revoloteando por encima de los pastelitos de miel, ¡está todo delicioso!
Quedarás impresionado por esta colección de arte norteafricano de un holandés establecido en Marrakech. Hay tanto cuadros como joyas, alfombras o trajes tradicionales. Además, al entrar te dan una guía para que comprendas mejor la historia y procedencia de todos los objetos.
La entrada cuesta 20 dirhams (2€).
Si quieres comprar especias en un lugar más tranquilo que los zocos, ésta es tu tienda. Lo tienen todo muy bien ordenado y la decoración del local es preciosa. No sólo venden especias, sino que crean sus propios productos cosméticos naturales. Podrás comprar jabones, champús, cremas para la cara e incluso perfumes.
Si te interesa el museo anterior, otra visita interesante que hacer en Marrakech es el Museo de las Artes Marroquíes. Allí encontrarás todo tipo de prendas, tejidos, joyería, armas e incluso puertas talladas. El edificio fue la residencia de un antiguo ministro de guerra y, después de ser restaurado, es un lugar con mucho encanto que acoge verdaderas reliquias. La entrada cuesta 10 dirhams (1€).
A sólo 10 minutos del bullicioso centro de Marrakech encontrarás un precioso palmeral. Hay más de 100.000 palmeras y ahora se ha convertido en una zona de lujo con campos de golf y grandes hoteles. Te ofrecerán montar en camello para sacarte una foto bonita, pero las condiciones de vida de los animales no son las mejores. Montan en ellos forzadamente decenas de personas cada día, con el desgaste que eso conlleva. Por eso, desaconsejamos pagar para contribuir a ese mal trato.
Puedes llegar en taxi por unos 50 dirhams (5€) o contratar una excursión con transporte desde tu alojamiento.
Es el hotel de lujo más famoso que ver en Marrakech y tiene unos jardines de escándalo. Allí hay un par de cafeterías muy bonitas, decoradas con los típicos azulejos. Puedes acceder por la puerta principal del hotel, tendrás que cruzar el espectacular hall (que huele de maravilla) y llegarás a la zona ajardinada. Todo un oasis de paz.
Cerca de Marrakech están las cascadas más grandes del norte de África. Se puede pasear alrededor e incluso es común ver monos por la zona. Si vas en un día de calor sofocante puedes incluso bañarte, aunque el agua está bastante fresquita. Se tarda unas dos horas en llegar en coche desde la ciudad y te recomendamos hacerlo con guía, ya que sino allí te acribillarán intentando acompañarte.
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Si te pasa como a nosotros y La Mamounia se te escapa del presupuesto, no te preocupes. Hay un montón de alojamientos con encanto en Marrakech. Elige un riad, las habitaciones se organizan alrededor de un patio tradicional árabe. Tanto los espacios comunes como las habitaciones tienen un ambiente muy especial. Nosotros nos alojamos este riad, todo un acierto en medio de la medina.
A 200 kilómetros de Marrakech hay uno de los pueblos costeros más bellos de África. Essaouira tiene una medina tan espectacular que fue declarada como Patrimonio de la Humanidad en 2001. Además, podrás degustar excelentes platos de pescado fresco gracias al puerto pesquero que tienen.
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Si no quieres dejar de hacer deporte durante tus vacaciones, a pocos kilómetros de Marrakech puedes subir al pico más alto del país. El Toubkal mide 4.167 metros y hay muchísimas empresas que organizan expediciones hasta la cima. Suena raro para ser Marruecos, pero allí verás nieve durante todo el año.
El ascenso dura unas 9 horas, pero se suele dividir en dos días. No es especialmente técnico, pero debes estar en forma para no tener problemas por la altura. Puedes reservar un tour de trekking de dos días o tres días.
Es algo obligado que hacer en Marrakech, quieras o no. Al entrar al riad o en algunos restaurantes te ofrecerán té de menta. Es todo un ritual en Marruecos y es de mala educación rechazarlo. Una vez te bebas el primer vaso te ofrecerán más y seguramente te apetezca ¡porque está buenísimo!
Por último, pero no por ello menos importante, algo imprescindible que hacer en Marrakech es tener mucho cuidado con el tráfico. Por las calles de la Medina circulan todo tipo de vehículos: motos, bicis, motos con carros incorporados, burros e incluso algún coche. Sobre todo las motos van a toda velocidad, así que lleva los ojos bien abiertos.
La entrada 45 cosas que hacer en Marrakech (Marruecos) se publicó primero en Los Traveleros.