Hay un montón de maravillas naturales que ver en Nueva Zelanda. ¡La lista sí que es larga! Necesitarás más de una semana de vacaciones para conocerlos todos o al menos la mayoría. Toma nota de los lugares que más te gusten para que prepares tu próximo viaje a Nueva Zelanda. Aunque seguramente te toque pasar un montón de horas en la carretera para verlos todos. En este post te contamos los 65 lugares imprescindibles que ver en Nueva Zelanda.
Nuestra ruta por Nueva Zelanda en 30 días
Auckland es la ciudad más grande de Nueva Zelanda pese a no ser la capital, que de hecho es Wellington. Para nosotros fue la ciudad más divertida. Hay parques como el Albert Park o The Domain, que son preciosos, ideales para pasear y desconectar. Además, tiene algunos museos interesantes como el Auckland War Memorial Museum. Y tampoco nos podemos dejar su precioso Waterfront, perfecto para salir a tomar algo por la noche.
Seguramente llegues a Nueva Zelanda por el aeropuerto de Auckland. Así que tienes la excusa perfecta para dedicarle al menos dedícale un par de días. Es una de las ciudades imprescindibles que ver en Nueva Zelanda.
30 cosas que hacer en Auckland
Hablando de Auckland, su Sky Tower merece un apartado en esta lista de los mejores lugares que ver en Nueva Zelanda. La torre tiene 328 metros de altura y es la encargada de dar vida al skyline de Auckland. Además, aquí podrás hacer un montón de actividades: desde subir a su plataforma de observación, ¡hasta saltar al vacío!
Si te gusta la adrenalina no te puedes perder el SkyJump. ¡Saltarás desde 192 metros de altura! O si prefieres algo más tranquilo y sin tantas emociones fuertes puedes hacer el SkyWalk, que te permitirá contemplar la ciudad desde la plataforma de la Sky Tower. O simplemente puedes conformarte con disfrutar de sus vistas desde el mirador. ¡El Sky Tower es el emblema de Auckland!
De todos los miradores que tiene Auckland, probablemente nuestro favorito es el Mount Eden. No solo por las vistas, sino por el entorno que lo rodea. Auckland está rodeada de volcanes y la ciudad se construyó sobre un campo volcánico con 48 conos, aunque la mayoría están extintos, uno de ellos es el Mount Eden.
Así que cuando subas allí podrás admirar su cráter y disfrutar de las vistas. ¡Parece surrealista estar parado donde ocurrieron erupciones años atrás! Sin duda, otro de los lugares imprescindibles que ver en Nueva Zelanda.
En los alrededores de Auckland hay varios lugares que puedes explorar y que son muy bonitos. Hay islas y pueblitos. Te recomendamos ir a Devonport. Este pueblo de estilo victoriano es bastante atractivo. Especialmente el monte Victoria. Desde allí tendrás una vista completa de la bahía de Auckland.
Afortunadamente, ir de Auckland a Devonport es muy fácil. El trayecto en ferry apenas dura 15 minutos y el precio del billete es bastante económico.
Dónde alojarse en Auckland: mejores zonas y hoteles
Durante tu estancia en Auckland también tienes que aprovechar para ir a Waiheke. ¡Es una excursión muy recomendable! Este lugar es conocido mundialmente por sus bodegas para catar vinos. Además, tiene buenas playas y paisajes espectaculares. Si te gusta la naturaleza, Waiheke es tu isla. El traslado dura unos 40 minutos, así que está muy cerca de Auckland.
A 50 minutos de Auckland se encuentras las Karekare Falls. Se trata de una preciosa cascada con una caída de 30 metros, es una de las más bonitas del país. Llegar en coche es súper sencillo y rápido desde el centro de Auckland. Sin duda, una de las mejores cascadas que ver en Nueva Zelanda. ¡Agrégala a tu lista!
Bay of Islands es un conjunto de 144 islas ubicadas en la parte superior de la Isla Norte. Son perfectas para conocerlas mientras navegas. Lo más común es alquilar un kayak o contratar un paseo en barco para ver delfines o pingüinos. Pero si lo tuyo no es el mar, también hay senderos muy chulos e incluso un campamento en la isla de Urupukapuka. ¡Hay alternativas para que todos puedan explorar estas islas escondidas!
Este cabo es el punto más septentrional del país que se puede visitar. Existe una reserva científica más al norte, pero está cerrada al público. El cabo Reinga es un lugar muy especial para la cultura maorí. Aquí está un árbol centenario desde el cual se dice que se tiran los espíritus de los muertos para volver a su patria ancestral. Las corrientes que crea la unión del Océano Pacífico y el mar de Tasmania es algo único que ver en Nueva Zelanda.
Visitar Nueva Zelanda en coche: experiencia y consejos
Aunque su nombre nos engaña porque no mide 90 millas, sino unas 55, igual es enorme. Además, a parte de su gran extensión, lo más llamativo curioso son sus dunas, que llegan a medir unos 150 metros de alto. Seguramente la compañía de alquiler no te deje meter el coche en la arena, pero hay algunos aventurados que lo hacen. Eso sí, no te arriesgues si no llevas un 4×4. ¡No querrás endeudarte en el coche de alquiler!
Seguro has escuchado sobre este lugar y es que es de las cosas más famosas que ver en Nueva Zelanda. Las Waitomo Caves son mundialmente conocidas por la presencia de miles de luciérnagas que la iluminan. Pero, siendo muy honestos, a nosotros las cuevas nos defraudaron bastante, nos pareció una turistada.
La visita dura unos 45 minutos, pero la parte más interesante del paseo del paseo en barca por la gruta para ver las luciérnagas apenas dura 5 minutos. ¡Es nada! Waitomo tiene el nombre, pero nos pareció una auténtica turistada, especialmente por su elevado coste. Nuestro consejo es que visites alguna de las muchas gratuitas que hay por el país. ¡Tendrás más tiempo y te ahorrarás dinero!
Los neozelandeses adoran ir de vacaciones a esta península ¡Es muy frecuentada por los locales! Aquí estás las playas más bonitas de Nueva Zelanda y tienen un ambiente bastante relajado. En la Península de Coromandel también hay preciosos bosques, cascadas y algunos de los lugares más visitados del país como Hot Water Beach o Cathedral Cove. ¡La zona tiene de todo un poco para explorar, relajarse y divertirse!
Este pequeño cono volcánico no suele estar en los principales recorridos turísticos. ¡Y nos parece muy injusto! Aunque de cierta forma esto hace que no esté repleta de turistas y lo puedas disfrutar sin multitudes.
El Monte Paku se encuentra en Tairua, en plena Península de Coromandel. Desde su cima tendrás unas vistas privilegiadas del área de Tairua y sus islitas. Para llegar hasta arriba, apenas tardarás unos 20 minutos a pie desde el parking. ¡No tendrás que esforzarte mucho para ver este paisaje de postal!
Esta playa es precisamente el atractivo más famoso de la Península de Coromandel. A nosotros nos trasladó al Algarve. El camino que te lleva hacia la playa es precioso. Son un par de kilómetros desde el parking con unas vistas preciosas. Sin duda, merece la pena pasar la mañana allí o hasta el día entero si quieres. Una vez allí también puedes provechar para visitar Hahei Beach, que tampoco está nada mal
Hot Water Beach es otro de los sitios más espectaculares y divertidos que ver en Nueva Zelanda, y también en la Península de Coromandel. Sin duda es la playa más curiosa del país. Allí podrás experimentar un baño en una piscina termal a 64º en la misma playa. Este fenómeno ocurre gracias a una antigua formación volcánica que causa que el agua muy caliente se filtre debajo de la tierra a la superficie.
Tienes que ir allí cuando la marea esté baja. E incluso mucho antes, para cavar tu propia piscina en la arena. Te tomará unas horitas lograrlo, pero lo ideal es que aproveches antes de que la marea suba. También es muy recomendable llevar palas. Normalmente te las dejan en los hoteles, o sino las puedes alquilar en una tienda que hay en la misma playa. ¡Es un lugar muy curioso que ver en Nueva Zelanda!
En una maravilla natural como Nueva Zelanda ¡te encontrarás cascadas en cada esquina! Las Owharoa Falls fueron las que más nos gustaron. Quizá no son las más espectaculares, pero son preciosas, especialmente por el paisaje. Además, no necesitas recorrer por horas para llegar porque es de fácil acceso. Llévate bañador y báñate en la piscina, el agua es súper tranquila y cómoda para nadar. Y ya que estás ahí, no te olvides de visitar el Karangahake Gorge.
Fan o no del Señor de los Anillos, esta visita es algo que no puedes perderte. Como curiosidad, el 60% de nuestro grupo de visita no había visto nunca una película del Señor de los Anillos, así que no te preocupes. Hobbiton se conserva exactamente igual que cuando se hizo el rodaje. ¡Incluso conservan un árbol hecho completamente de plástico! El precio de la visita es un poco elevado, pero merece la pena ya que está muy bien organizado. Un lugar de cuento, pero real.
Tour de medio día por el set de Hobbiton
Basta con subir al Monte Maunganui para que justifiques tu visita a Tauranga. Se trata de la montaña más elevada de todo el hemisferio sur. De hecho, es un volcán extinguido lleno de historia y mitología maoríes. El ascenso no es muy exigente, aunque sí es recomendable estar en forma. Desde arriba tendrás unas vistas de 360º de Tauranga y de la Bahía de Plenty. Y luego, para acabar de rematarlo, báñate en la playa que está a sus pies, una de las mejores de Nueva Zelanda. ¡Será una visita de naturaleza pura!
Rotorua es una de las ciudades más divertidas que ver en Nueva Zelanda. A nosotros, junto a Taupo, fue la que más nos gustó de la Isla Norte. Es famosa por su actividad geotérmica. Así que mientras pasees por la ciudad o sus alrededores no podrás evitar el olor a huevo podrido. ¡Nuestra nariz todavía se resiente! Te recomendamos dar una vuelta por las orillas de su lago, conocer la cultura local y visitar algunos parques geotermales.
Te contamos las mejores zonas y hoteles donde dormir en Rotorua para que planifiques tu visita a la ciudad.
Algo imprescindible en tu viaje por Nueva Zelanda es conocer la cultura maorí. Y un lugar perfecto para eso es Tamaki Maori Village. ¡Es toda una experiencia enriquecedora! Muy cerca de Rotorua hay un poblado maorí donde conocerás su forma de vivir y rituales. ¡Incluso aprenderás a bailar la haka! Además, al final del recorrido podrás cenar su comida tradicional. ¡No te lo puedes perder!
Reserva tu visita al poblado maorí Tamaki
Otro curioso lugar que ver en Nueva Zelanda (y en Rotorua) es esta atracción construida entre árboles. ¡Aunque si no te gustan las alturas será mejor evitarla! Prepárate para caminar entre las copas de los árboles del Redwoods Treewalk, es una experiencia increíble. Sus secuoyas sustentan 23 puentes colgantes sin ningún tipo de anclaje en sus troncos. Si tienes la oportunidad de visitarlo por la noche, mucho mejor. ¡El ambiente iluminado es mágico!
En Rotorua podrás disfrutar de varios parques geotermales. Pero de todos, el que más nos sorprendió fue Waimangu: no es el más conocido, pero merece mucho la pena que lo visites.
El parque consiste en un circuito de 4 kilómetros que se hace a pie. En el punto final hay un bus que te lleva a la entrada. Es tan grande que no te da la sensación de estar en un parque, sino al aire libre. Tardarás unas 3 horas en hacer toda la ruta. La entrada cuesta 46NZD (26€) y si le añades un crucero por el lago Rotomagana, 94NZD (52€). Sin duda, algo muy recomendable que ver en Nueva Zelanda.
Un parque geotermal muy famoso es Wai-O-Tapu. ¡Y es que es espectacular! Lo que más impresiona es la famosa Palette des Artistes. Los colores aquí son los protagonistas del espectáculo natural. Realmente hace honor a su mote. Es bastante más recogido que Waimangu pero tiene auténticos tesoros como un lago de color verde fosforito. ¡Te divertirás con las burbujitas y los vapores! La entrada cuesta 45NZD, es decir unos 25€.
Y no te olvides de ver como el Lady Knox geyser erupciona. ¡Es muy llamativo! Este evento ocurre todos los días a la misma hora, 10:15h, así que ve con tiempo para que no te lo pierdas. Si bien este no es un fenómeno natural, sino provocado, merece la pena ver como el chorro de agua se dispara hasta los 20 metros de altura.
Taupo es otra de las ciudades que no puedes perderte en la Isla Norte de Nueva Zelanda. La razón principal es su enorme lago que curiosamente se formó tras la explosión volcánica más violenta de la historia. Ocurrió en el año 186 y como consecuencia se creó este enorme lago que tiene una superficie de 616 km2. Incluso se dice que los romanos y los chinos vieron como el cielo oscurecía tras la explosión.
No siempre recomendamos ir a un McDonald’s en los destinos, pero este sí que vale la pena. Si alguna vez has soñado en comerte una hamburguesa dentro de un avión, en Taupo podrás hacerlo. Este particular restaurante tiene varias mesas dentro de un aeroplano. ¡Es un McDonald’s de otro mundo! Y la mejor parte es que la aeronave es real. De hecho, funcionó para New Zealand South Pacific Airlines de 1961 a 1966. ¡Asombroso!
El lago Taupo también esconde preciosos tallados maoríes. ¡Parecen sacados de alguna película de ciencia ficción! Para conocerlos debes subir a bordo de un barco histórico, el Ernst Kemp. Sin duda, poder navegar por este enorme lago es un auténtico lujo. ¿Sabías que el tamaño del lago Taupo es tan grande como el área metropolitana de Londres?
Dónde alojarse en Taupo: mejores zonas y hoteles
En las afueras de Taupo se encuentra una cascada impresionante formada por el estrechamiento del río Waikato, el más largo del país. Así que sus aguas cristalinas pasan a formar unas violentas cascadas. ¡Se te pondrá a piel de gallina cuando las veas! Cada segundo caen aproximadamente unos 220.000 litros de agua con una fuerza abrumadora.
El paisaje que te ofrece el Tongariro Alpine Crossing es asombroso. Nos atrevemos a decir que es de los mejores que ver en Nueva Zelanda. De hecho, este hike de un día es considerado como uno de los más bonitos del mundo, así que no te lo puedes perder. El recorrido tiene una distancia de 19,4 kilómetros y es bastante exigente, sobre todo el ascenso al tramo más alto. Pero la recompensa es increíble: tres lagos turquesas y un cono volcánico precioso. ¡Una caminata en un entorno mágico!
Hacer el Tongariro Alpine Crossing: todo lo que necesitas saber
Napier es otra de las ciudades que no aparece en las típicas rutas turísticas por Nueva Zelanda pero que merece la pena visitarla. Es conocida por su arquitectura Art Decó de los años 30. Napier fue construida justo después de que la ciudad fuera devastada por un terremoto en 1931.
El Taranaki fue la gran decepción de nuestro viaje, pero no por el lugar sino porque no tuvimos suerte y no lo llegamos a ver. ¡Fue una pena! Pese a que dormimos dos días en la ciudad más cercana, New Plymouth, las nubes nos privaron de tal privilegio. Este cono volcánico de 2518 metros de altitud es la montaña más famosa de la Isla Norte del país. ¡Nos quedamos con muchísimas ganas de verla!
Si quieres tener las mejores vistas de este estratovolcán dormido te aconsejamos ir al lago Pouakai. ¡Lo verás duplicado ya que se refleja sobre el agua a la perfección! Sin duda una de las mejores cosas que ver en Nueva Zelanda.
No puedes marcharte de Nueva Zelanda sin conocer la capital del país. Si haces una ruta por Nueva Zelanda, no te va a quedar más remedio que pasar por Wellington, ya que desde allí sale el ferry que conecta ambas islas. Al margen de esto, nos pareció una ciudad super interesante.
Pasea por la ciudad y conoce su parlamento, disfruta de las vistas desde el Monte Victoria y visita el Museo Te Papa, el más espectacular del país. Estas son algunas de las excusas para visitar la capital de Nueva Zelanda.
25 cosas que hacer en Wellington
Este museo ya es razón suficiente para hacer una parada en Wellington. Te Papa Tongarewa es enorme. Allí te podrás pasar un día entero aprendiendo cosas sobre geología, la historia, la cultura del país y mucho más. ¡Y la mejor parte es que la entrada es GRATIS!
En tu visita a Wellington no puedes dejar de subir al Monte Victoria. Desde allí podrás contemplar la ciudad gracias a unas vistas de 360º. Por una parte, la ciudad y su puerto, y por la otra la isla sur de Nueva Zelanda y el aeropuerto de Wellington. Eso sí, cruza los dedos para que el clima te permita verlo todo.
Nueva Zelanda es más que montañas y volcanes. También esconde playas preciosas de las que no querrás moverte. Cuando visites el Parque Nacional Abel Tasman verás que también hay playas espectaculares que ver en Nueva Zelanda. Si quieres ver todo el parque, tendrás que hacer una caminata de 3 o 4 días durmiendo en los campings que hay dentro. Pero si solo tienes un día, las mejores playas están al norte y al sur del parque. ¡Toma nota para cuando visites este sitio encantador y repleto de naturaleza!
Nelson es una ciudad de paso después de cruzar el estrecho de Cook. No tiene grandes atractivos, pero allí está el centro geográfico del país. Es como ir al meridiano de Greenwich, una simple raya en el suelo, pero es algo curioso que ver en Nueva Zelanda.
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En el pueblito costero de Punakaiki hay una formación rocosa muy curiosa. Como casi todos los lugares que ver en Nueva Zelanda también es producto de la naturaleza. La forma de estas piedras es debida a la erosión del mar a lo largo de los siglos. El nombre del lugar es gracioso, pero es que cuando las veas notarás que tienen una forma que recuerda a una montaña de pancakes amontonados, de ahí su nombre.
No hemos visto agua más azul en ningún otro sitio del mundo que en Hokitika. ¡Parece suavizante para la ropa! Su origen es glaciar, por lo que el agua está fresquita para bañarse, es perfecta para un día de verano. El puente colgante que cruza de un lado al otro de la garganta es impresionante. ¡Es uno de los lugares que ver en Nueva Zelanda que te dejarán boquiabierto!
Para nosotros, es uno de los lagos más bonitos que ver en Nueva Zelanda. El paisaje que rodea es asombroso, las montañas se ven tan delicadas y como si flotaran sobre el agua. Además, su embarcadero es muy fotogénico. ¡Seguro te sacas una foto de postal sin ser un experto en la fotografía! Y es que el lugar ayuda muchísimo. Si te pilla de paso, no te lo pierdas.
Franz Josef es el glaciar más famoso que ver en Nueva Zelanda. La buena noticia es que puedes verlo muy de cerca porque está rodeado de caminos que llevan a diversos miradores. Nosotros hicimos el Roberts Point Track y el camino sencillo de 5 kilómetros que lleva cerca de la base del glaciar. Aunque si quieres verlo bien de cerca lo mejor es coger un helicóptero y hacer un recorrido guiado por el hielo.
Para visitar esta zona de glaciares, lo mejor es alojarse en el pueblo de Franz Josef. Nosotros nos quedamos en el Bella Vista Motel Franz Josef Glacier. Esta es una parada que no te puedes perder en Nueva Zelanda.
Si quieres acercarte aún más al glaciar te recomendamos visitar el Fox Glacier. Hay varias rutas para caminar y llegar lo más cerca posible, la mayoría de ellas son mucho más sencillas que las del Franz Josef. También puedes acceder en helicóptero y suele estar menos concurrido que su gemelo.
Una de las postales más típicas que ver en Nueva Zelanda es el Monte Cook reflejado en el lago Matheson. ¡Parece que hay un gran espejo en el suelo! Eso sí, es imprescindible que no haya mucho viento y que vayas al amanecer o atardecer si quieres ver un reflejo perfecto. Son las horas en las que el agua está más calmada. Obviamente, también hay que tener suerte para que las nubes no tapen las cimas. ¡Si lo logras ver te llevarás un súper recuerdo del país!
En el paso del río Makarora hay unas piscinas naturales con un color de ensueño. El agua proviene de los glaciares de alrededor y pasa por encima de unas rocas erosionadas que crean ese efecto óptico. Si no eres muy friolero también puedes darte un baño en su agua cristalina y congelada. ¡Los más atrevidos incluso se tiran del puente colgante! O incluso basta con sentarte a admirar la belleza del paisaje.
Wanaka nos robó el corazón por completo. Su lago con agua cristalina rodeado de montañas forma un paisaje espectacular. Hay muchísimas actividades acuáticas que practicar en el lago: pesca, esquí acuático o kayak. También puedes recorrer algunos senderos que te llevan hasta los miradores que están en las colinas. ¡Es una visita completa! No sólo te vas a enamorar de los paisajes, sino también pasarás muy entretenido.
El árbol más famoso de Wanaka está en medio del lago. Aunque se le conoce como el árbol solitario, nosotros siempre lo encontramos muy bien acompañado por la gente que lo va a ver. No te lo pierdas al atardecer, es una escena preciosa. ¡Es muy curioso ver al árbol erguido en medio del agua!
Durante nuestra ruta por Nueva Zelanda hicimos muchísimas caminatas, escalando montañas para llegar a la cima y ver paisajes increíbles. Pero si tenemos que elegir uno solo, nos quedamos con este. El trekking en el Roys Peak fue nuestro favorito por sus vistas despejadas durante todo el camino. ¡Las vistas desde la cima te dejarán sin palabras!
Es un recorrido algo pesado, son 8 kilómetros de subida bastante empinada. Pero da mucha satisfacción ir cogiendo altura y ver la ciudad cada vez más pequeña. En la cima, a 1578 metros sobre el nivel del mar, las vistas sobre los lagos Wanaka y Hawea son de otro mundo.
La segunda montaña más alta que ver en Nueva Zelanda queda muy cerca de Wanaka. El impresionante Mount Aspiring está rodeado de glaciares y caminos de varias dificultades desde donde verlos. ¡No te pierdas el Bob Roy Track!
A las afueras de Wanaka está uno de los edificios históricos que ver en Nueva Zelanda. Se trata de un hotel inaugurado en el año 1863, en pleno auge comercial de la zona, ya que en el valle de Cardrona se explotaban minas de oro. Años más tarde cerró, pero después de una buena remodelación ahora es un hotel lujoso. ¡Aunque por fuera no lo parece!
La ciudad más visitada de la Isla Sur tiene una lista larguísima de atractivos y nos cuesta saber por dónde empezar. En las montañas que rodean la ciudad podrás hacer todo tipo de actividades: rafting, tirolinas, caminatas… ¡Estamos hablando de la capital mundial de la aventura! En invierno se convierte en un paraíso para esquiar en sus pistas. Además, en Queenstown podrás probar la que dicen que es la mejor hamburguesa del mundo en Fergburger. ¡Es una parada que no te puedes saltar!
25 cosas que hacer en Queenstown
Una excursión muy recomendable que hacer en Queenstown es escaparse a Glenorchy. ¡La carretera que une ambas localidades es espectacular! Te recomendamos ir muy despacio y con calma, no sólo para evitar cualquier accidente, sino para disfrutar de las vistas al lago Wakatipu. Es de esos trayectos que no se olvidan fácilmente. ¡Seguro te quedas con la imagen en tu mente!
Dónde alojarse en Queenstown: mejores zonas y hoteles
Este pequeñito pueblo cerca de Queenstown le debe su fama a la Fiebre del Oro. Está ubicado debajo de las preciosas montañas que rodean el Río Arrow, donde un pastor encontró oro en 1862. En el centro de Arrowtown hay más de 60 edificios históricos preciosos. ¡No te los pierdas!
Si vas de camino a Milford Sound durante tu travesía por Nueva Zelanda será mejor que pares aquí. No sólo para descansar sino también para disfrutar de su lago. Es el segundo más grande del país, solo por detrás del lago Taupo. Y a parte de su tamaño, es uno de los lagos más bonitos que ver en Nueva Zelanda.
Para los amantes de las caminatas, el Routeburn Track no puede faltar en el itinerario por Nueva Zelanda. Es una de las rutas senderistas más bonitas del mundo. La ruta entera tiene 32 kilómetros en un solo sentido. Si tienes un buen nivel la puedes hacer en un par de días, aunque te aconsejamos hacerla en 3 o 4. Puedes dormir en cabañas o campamentos. Eso sí, es necesario que lo reserves con antelación. ¡Es una escapada de varios días en medio de la naturaleza!
Para nosotros, Milford Sound es otro imprescindible que ver en Nueva Zelanda. El escritor británico Rudyard Kipling lo bautizó como la octava maravilla del mundo. Con una longitud de 15 kilómetros, se adentra a la Nueva Zelanda continental desde el mar de Tasmania. Admirar las enormes cascadas que caen desde los picos de más de 1000 metros es algo inolvidable. A eso súmale navegar por el fiordo. ¿Qué más puedes pedir? ¡Debemos admitir que los mejores fiordos de Noruega no tienen nada que envidiarle!
Doubtful Sound es un fiordo menos conocido que Milford Sound, básicamente porque su acceso es bastante complicado porque no se puede acceder por carretera. Pero eso no significa que no valga la pena visitarlo, ya que incluso hay más flora y fauna que en el otro.
Además, es 3 veces más largo y 10 veces más grande que su “hermano”. Si quieres visitarlo debes coger un barco desde el pueblo de Manapouri, cerca de Te Anau y a partir de ahí un bus hasta llegar al fiordo. Los tours duran unas 9 horas aproximadamente. ¡Es una de las maravillas que esconde Nueva Zelanda!
Si buscas buenas playas y mucha vida silvestre, no dejes de visitar Stewart Island. Es el único lugar de Nueva Zelanda donde se pueden ver kiwis en libertad con cierta facilidad. Puedes llegar a la isla en avión o en ferry desde Bluff. Es hora de poner a prueba tus sentidos para poder atrapar con la mirada uno que otro kiwi. ¡Es muy divertido! ¿Sabías que el kiwi es el símbolo de los neozelandeses? Es una de las muchas curiosidades de Nueva Zelanda.
Requisitos para viajar a Nueva Zelanda
Este cabo tiene una de las mejores panorámicas que ver en Nueva Zelanda. El agua tiene un color verdoso precioso que, si le sumas los islotes rocosos que sobresalen del agua y el faro, parece una postal. Si miras al fondo del precipicio, es fácil ver leones marinos, pingüinos y alcatraces. ¡Es un lugar fantástico! Nada como cerrar los ojos y escuchar lo que la naturaleza tiene que decirte desde allí.
La ciudad de Dunedin no es de las más bonitas del país. A nosotros nos pareció más bien sosilla. Pero tenemos que admitir que tiene algunas de las cosas más curiosas que ver en Nueva Zelanda. Por ejemplo, Baldwin Street, la calle más empinada del mundo. ¡Casi tuvimos que subir gateando! Y tampoco te olvides de visitar la preciosa estación de Dunedin.
¡Explorar la naturaleza es obligatorio en Nueva Zelanda y este es un muy buen lugar para hacerlo! La Península de Otago es de origen volcánico, igual que muchos otros sitios del país. En realidad, esta península es la pared del cráter de un volcán enorme ya extinto. Lo mejor de esta península es disfrutar de los senderos de la zona que te llevan a preciosos miradores, playas, colonias de focas e incluso zonas con pingüinos. ¡Una oportunidad única!
Nueva Zelanda está lleno de lugares mágicos y curiosos, estas rocas redondas no son la excepción. ¡Son rarísimas! Cuando nosotros fuimos la lluvia y la niebla no nos dejó verlas por completo, aun así, lo que alcanzamos a ver nos pareció extraño. Se encuentran en un tramo de playa, bastante cerca de Dunedin, y son conocidas por sus curiosas formas. ¿Cuál será su origen? Deja volar tu imaginación.
¡Prepárate para dejarte sorprender por una de las maravillas que ver en Nueva Zelanda! Es imprescindible que visites el Monte Cook. Esto fue lo que más nos gustó del país. Estuvimos dos días encerrados en Twizel por el ciclón Gita y al tercer día nos llevamos una enorme sorpresa. Lo vimos completamente nevado, ¡en verano! Así que la naturaleza nos recompensó de la mejor manera. ¡Quedamos sin palabras cuando lo vimos!
El Monte Cook es la montaña más alta del país, con 3724 metros. Si lo comparamos con las montañas de los Alpes europeos no es muy alta, pero es preciosa. Tiene una forma muy peculiar, que nos encantó.
La mejor forma para verlo de cerca es hacer el Hooker Valley Track. El recorrido dura unas 3 horitas (ida y vuelta). Así, llegarás a sus pies literalmente. Y si buscas algo más de aventura, el Mueller Hut Track también te ofrecerá unas vistas increíbles, aunque es más duro y complicado. ¡De todas formas tienes que ir al Monte Cook!
El pueblo más cercano es Mount Cook Village, pero solo hay 4 hoteles y bastante caros.
Si buscas una opción más económica puedes encontrar una gran variedad de alojamientos en Twizel. Nosotros elegimos el apartamento Luxury Rata, donde estuvimos como reyes.
¡Esta otra visita que no puedes perderte! En el Parque Nacional del Monte Cook se encuentra el glaciar más grande de Nueva Zelanda, el Tasman. Aunque suele quedar eclipsado por el Franz Josef y el Fos porque son más turísticos, también merece la pena.
La mejor forma para apreciarlo es a través del Tasman Valley Track. El camino es fácil. Solo tendrás que subir unas escaleras y en 20 minutos llegarás al mirador. ¡Ya es una buena razón para animarte a ver el glaciar Tasman! Las aguas de este glaciar, junto a las del Hooker y Mueller, alimentan el río Tasman.
¡Hay tantos lagos que ver en Nueva Zelanda que perderás la cuenta! Pero si tenemos que elegir nuestro favorito nos quedamos con el lago Pukaki. Es el mayor de tres lagos alpinos, casi paralelos, que se encuentran a los pies del Monte Cook. Los otros dos son el Tekapo y el Ohau.
Lo que le caracteriza y le hace distinto de otros lagos es el color turquesa intenso del agua. Esto ocurre debido a la harina glacial, hecha de partículas de roca extremadamente finas, que llegaron desde los glaciares de los alrededores. El lago es alimentado en su extremo norte por el río Tasman, que tiene su origen en los glaciares Hooker y Tasman.
Además de su precioso color azul, lo mejor son sus vistas al Monte Cook. Si tienes suerte y hace un día despejado, te vas a enamorar del paisaje. Sin duda, el lago más bonito que ver en Nueva Zelanda.
Y el Lago Tekapo tampoco se queda corto. Es bastante parecido al Pukaki: por su color turquesa y por estar rodeado de montañas nevadas. Sin embargo, lo que más nos gustó de este lago fue su hermosa parroquia. Desde el interior puedes apreciar la belleza del lago e incluso el Monte Cook. ¡Así que no te olvides de entrar!
Christchurch es la tercera ciudad más poblada de Nueva Zelanda y la primera de la Isla Sur. Es una ciudad muy atractiva, pese a ser completamente nueva. Lamentablemente su historia va ligada con los sismos que son muy comunes. En los últimos años ha sufrido algunos terremotos realmente duros, especialmente en febrero de 2011. Resulta interesante conocer su historia y visitar algunos de sus museos y memoriales como el Quake City.
Si bien moverse en tren por Nueva Zelanda no es lo más común, hay un trayecto en particular que te sorprenderá. ¡Las pocas líneas de tren que existen ofrecen unos paisajes espectaculares! Un buen ejemplo es el TranzAlpine. Este tren cruza de costa a costa de la Isla Sur, de Christchurch a Greymouth. Durante el recorrido del tren disfrutarás de los preciosos Alpes del Sur y las llanuras de Canterbury, algo muy recomendable que ver en Nueva Zelanda.
Cerramos nuestra lista de los lugares imprescindibles que ver en Nueva Zelanda con una última recomendación. Agrega Kaikoura en tu itinerario. Se trata de un pintoresco pueblo ubicado en la costa este de la Isla Sur de Nueva Zelanda. Lo un destino famoso para ver delfines y ballenas, además de disfrutar de unos días completamente relajados. Además, si te gusta el buen pescado, allí encontrarás muchos restaurantes para degustar la comida.
En este mapa tienes marcados todos los lugares imprescindibles que ver en Nueva Zelanda. Así será más fácil planificar tu visita.
La entrada 65 lugares imprescindibles que ver en Nueva Zelanda se publicó primero en Los Traveleros.