Obviamente no salió mal
La Guelaguetza es como la mamá de todas las fiestas de Oaxaca, donde cada región compite para ver quién puede bailar más fuerte, usar el traje que tenga más combinaciones que mis contraseñas de Gmail y sacar más aplausos.
Es como una audición gigante de America’s Got Talent pero con Oaxaca, no te sorprendas si terminas bailando con una señora que chifla como camionero y quedes humillado al ver que ella aguantó más que tú.
Arriba de un cerro encontrarás el auditorio en el cual se desarrolla está inolvidable experiencia, te reciben con una bolsita que tiene repelente, dulces, suero hidratante y tu respectivo sombrero.
Llegando sientes como se te va metiendo el chamuco, el maligno, que es más bien benigno… ¡Plop! música en vivo, bullas, gritos, que hasta me sentí orgullosa de ser oaxaqueña y ni oaxaqueña soy. ¡Imagínate!
Ya estaba apunto de llorar de emoción y no había empezado nada todavía jajaja, suena exagerado pero realmente es algo que tiene una vibra muy especial y los locales te transmiten el orgullo que sienten del lugar que los vio nacer.
Ahora sí, empieza la fiesta de la fiesta, distintas regiones cuyos nombres son un poco complicados, nos muestran un poco de la cultura a través de bailes y música, adjunto foto de los de los de 1ro b.
Cada que termina un baile avientan pan, abanicos, piñas, sí, piñas… y el público se vuelve loco por “cachar” algo, como si su vida dependiera de ello, aquí empujar, jalar greñas, es esencial, con tal de que te toque algo, no importa que sea un niñito o un anciano de 98 años que está por dar su último suspiro, aquí nadie se queda sin su pan, menos yo ¡ muajaja!, hay paramédicos en cada sección del auditorio, por si te cae una piña en la cara y terminas como Rocky Balboa.
¡Ay wow! El baile de los viejitos, muchos de aquí ya podrían estar participando, ¡y lo sabes perfectamente!.
Wow lo que acabo de ver, una mujer a la que le ocultan una aguja entre alguna persona del público, mientras tiene los ojos vendados, basándose en su intuición tiene que encontrar a la persona que tiene la aguja, la amé señora que encuentra cosas , ¡Devoró! ojalá vaya a mi casa a encontrar mi otro par del calcetín. La reto.
Un evento de aproximadamente 3 horas, por lo que prepárate para una sobredosis de bailes regionales, vas a salir hablando en otro dialecto, dando vueltas y comunicándote con tu yo superior ¡pero todo bien!.
Si quieres estar hasta adelante los boletos cuestan de 1200 a 1500 MXN, todo está muy bien organizado, hay baños, y obviamente estarás sentado y cubierto de alguna inclemencia del tiempo así que ntp, eso sí, ve comido, porque aunque tienes snacks igual te da hambre, es una experiencia que si vienes a Oaxaca en julio ¡no te puedes perder!
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