En lo alto de los Cárpatos rumanos, se alza majestuoso el Castillo de Bran, un lugar envuelto en misterio y leyendas que ha alimentado la fascinación por la figura de Vlad Tepes, el infame príncipe que inspiró la leyenda de Drácula.
Este imponente castillo, que data del siglo XIV, ha sido objeto de numerosas especulaciones sobre su conexión con el sanguinario líder medieval y se ubica a treinta kilómetros de la ciudad de Brasov y a 200 de Bucarest. Se encuentra sobre un roca de 200 metros de altura e impresiona por su arquitectura medieval bien conservada, en la que destacan sus increíbles torres; además el paisaje que lo rodea hace que la experiencia sea única.
La historia de Vlad Tepes, conocido como “El Empalador” por sus métodos crueles, se entrelaza con la leyenda de Drácula gracias a la obra del escritor irlandés Bram Stoker. Aunque Vlad nunca residiera en el Castillo de Bran, su figura se ha vinculado a este lugar por su relación con la lucha contra la invasión otomana en la región y algunas voces dicen que estuvo encarcelado en este sitio.
A medida que los visitantes exploran las estancias del castillo, descubren un fascinante recorrido por la historia medieval de Rumanía y la trama literaria que convirtió a Drácula en un ícono cultural.
Si planeas aventurarte a este emblemático castillo, aquí tienes algunos consejos para aprovechar al máximo tu visita:
Sumérgete en la historia y leyendas que rodean el Castillo de Bran. Los detalles arquitectónicos y las exhibiciones te transportarán a una época de caballeros y mitos.
Descubre la Sala de Drácula, una exposición que explora la conexión entre Vlad Tepes y el famoso vampiro literario. Fotografías, documentos históricos y artefactos te guiarán a través de esta intrigante relación.
El Castillo de Bran ofrece impresionantes vistas de los paisajes rumanos. No te pierdas la oportunidad de subir a las torres para disfrutar de panoramas únicos.
Algunas empresas ofrecen experiencias nocturnas en el Castillo de Bran. Paseos guiados con linternas y eventos especiales crean un ambiente místico que evoca la leyenda de Drácula. Si les gusta este tipo de turismo, aprovechen su visita.
Recuerda que el Castillo de Bran es un sitio histórico y cultural importante para los rumanos. Respeta las normas y la sensibilidad local al explorar este tesoro nacional.
Aprovecha tu visita para explorar otras atracciones cercanas, como la ciudad de Brasov y el Castillo de Rasnov, que enriquecerán tu experiencia en la región.
No olvides tu cámara. El Castillo de Bran es un lugar fotogénico, y cada rincón ofrece oportunidades para capturar la magia y el enigma que lo rodean.
Durante la temporada alta, que va del 1 de abril al 30 de septiembre se puede visitar de martes a domingo de 09:00 a 18:00 horas y los lunes de 12:00 a 18:00 horas, siendo las 18:00 horas la última hora de admisión.
En temporada baja, que va del 1 de octubre al 31 de marzo se puede visitar de martes a domingo de 09:00 a 16:00 horas y los lunes de 12:00 a 16:00 horas, el último horario de admisión es a las 16:00 horas.
Los precios de las entradas son los siguientes:
Adultos: 70 leus rumanos
Mayores de 65 años: 50 leus rumanos
Estudiantes: 40 leus rumanos
Niños: 20 leus rumanos
Si quieren conocer más detalles sobre el castillo de Bran y las actividades que ofrecen, visiten su página oficial.
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