Desde hace un par de meses mi familia y yo empezamos a planear nuestras vacaciones en Asia aprovechando nuestra residencia temporal en Hong Kong, la decisión fue fácil: ¡Japón! considerando sobre todo que viajamos con una adolescente que le encanta el anime y los videojuegos.
Teníamos solo una semana disponible así que era necesario hacer un itinerario muy riguroso para poder conocer lo más que se pudiera, de inicio pensábamos ir a Tokio, Osaka y Kioto, pero tuvimos que sacrificar Kioto porque en Osaka asignamos un día entero al parque de diversiones, había demasiado que ver en Tokio, y nos dimos cuenta de que los traslados nos quitaban buena parte de nuestro tiempo.
La 1era parada fue precisamente Osaka y el parque de diversiones, no empezábamos muy bien ya que nos llovió todo el día, lo que ocasionó que algunas de las atracciones estuvieran cerradas, aunque he de confesar que para mí eso no fue tan malo ya que esas atracciones eran las montañas rusas y, a decir verdad, no soy muy fan.
Aún y con la lluvia, logramos que fuera un día genial, entramos a todas las atracciones que pudimos y aunque la del videojuego de Mario Bros es lo que está de moda, a mí lo que me encantó fue el castillo del maguito de Hogwarts, así que, con todo y lluvia, yo salí del parque más que satisfecha.
Al otro día, un pequeño tour por Osaka para conocer algo tradicional y el Castillo de Osaka fue la elección, ya con un día soleado y con un cielo azul maravilloso. Me llamó mucho la atención que por dentro el castillo es un museo y está totalmente renovado, así que es hermoso por dentro y sobre todo por fuera.
El día siguiente ya estábamos en Tokio, había mucho que ver ahí y teníamos que empezar muy temprano el recorrido, así que solo dejamos las maletas en el hotel y nos dispusimos a iniciar con la turisteada apegándonos al itinerario que habíamos hecho, tomando en cuenta dónde estaban localizados los lugares para aprovechar el tiempo lo más que se pudiera.
Nos movimos siempre en los trenes del metro, pero sinceramente, estando acostumbrados al MTR de HK que es muy sencillo y con señalización perfecta, el metro de Japón fue muy complicado y por supuesto, no ayuda que no entendemos absolutamente nada de japonés, aun así, lo conseguimos y aunque nos equivocamos un par de veces, lográbamos retomar y llegar a nuestro destino trabajando en equipo, siendo el Google Maps el miembro principal.
Conocimos todos los lugares del itinerario, el Santuario de Meiji, el famoso Cruce de Shibuya, la Torre de Tokyo, los jardines del Palacio Imperial, el Templo Senso Ji, la Torre Sky Tree, el Barrio de Akihabara (dándole gusto a la adolescente fan del Anime), el Ueno Zoo, el Templo Gotokuji, el Barrio de Harajuko, el Yoyogi Park y obviamente el Monte Fuji que, definitivamente ¡fue lo mejor de todo el viaje!
Todos los lugares son hermosos, pero les contaré un poco más de los que fueron mis tres favoritos.
1.- El Santuario de Meiji, ahí, aparte del mágico lugar que es y el jardín precioso que tiene, me gustó el poder de agradecer, eso es algo que yo valoro mucho y ahí fue el 1er lugar de Japón donde pude hacerlo escribiendo en una pequeña tabla eso que agradezco y dejarla ahí con las buenas vibras de ese lugar, fue genial.
2.- El Templo Senso Ji, aprendí que es un templo budista, el más antiguo de Tokio y vi que es el más concurrido, había muchísima gente y no es para menos, es hermoso, el color rojo que puedes ver en sus salones y pagoda, los rituales de humo de incienso, las personas vestidas con sus kimonos de todos colores y esos carritos de dos ruedas tradicionales jalados por un hombre, es algo que se debe apreciar aún y con tanta gente alrededor, además, tiene un mercadito de souvenirs que resulta ser uno de los más grandes de Tokio, por todo eso y más este templo sí o sí, debe estar en el itinerario de todo el que visite esta increíble ciudad.
3.- Y, por último, el Monte Fuji, ¡el fabuloso Monte Fuji!… está a un par de horas de Tokio y la opción de tomar un tour guiado creo que es la mejor. A nosotros nos citaron a las 7.45am para iniciar el recorrido a las 8am, y desde que empezamos a ver la montaña dentro del autobús, empezó la magia, fueron 4 paradas las que hicimos, todas con paisajes hermosos, siendo el Monte Fuji la atracción principal pero cada una tuvo algo muy especial.
La 1era parada fue el “Lake Kawaguchiko”, este lugar es ideal para iniciar con las fotos del Monte Fuji porque puedes tomarlo de frente sin que nadie te tape. A mí lo que más me gustó fue su jardín de lavanda y la tranquilidad que ahí se respira es algo indescriptible.
La 2da parada fue “Sengen Shrine”, ahí es donde se toma la foto tradicional de la pagoda con el Monte Fuji de fondo, me encantó desde que inicias el recorrido para subir a donde está esa pagoda increíble para las fotos, y aunque llegué casi muerta por todas las escaleras que hay, el esfuerzo bien valió la pena porque la vista desde ahí ¡es maravillosa!. En esa parte del recorrido hay muchísima gente, todos tratando de sacar la mejor de las fotos y aunque no todas se logran, la vista que se tiene desde lo alto, de verdad que está brutal.
La 3era parada fue “Oshino Hakkai”, nos explicó la guía que ahí son estanques que reciben el agua que se filtra de la nieve del Monte Fuji, para mí es como una “Villita” muy tradicional y con un paisaje hermoso, ¡quería tomarle foto a todo!, las casitas y sus jardines, los estanques, los peces, los árboles, en fin ¡a todo!, por supuesto, siempre con el fondo espectacular de Fuji.
Y la 4ta. y última parada fue “Mount Fuji 5th Station” que está prácticamente a las faldas de la montaña, es el lugar más cercano al que podemos llegar al Monte Fuji los simples mortales como nosotros, nos comentaba la guía que ésta parada solo está abierta unos cuantos meses al año ya que hace demasiado frío, ahí es un punto de encuentro e inicio para quien se avienta a escalar el Monte Fuji, que, por cierto, solo puede ser entre julio y agosto de cada año. Hay un restaurant, tienda de souvenir y, además, hay un santuario hermoso y está repleto de “Torii Gate” que, de acuerdo con lo que nos contó nuestra guía, una vez que los excursionistas pasan por uno de esos Torii se empieza un homenaje a la montaña y es el inicio de la ruta espiritual de agradecimiento, peticiones y reflexión, por lo que hacen que el lugar sea más hermoso y la vibra sea de paz total.
Yo tenía altas expectativas sobre este tour a Fuji, pero lo que vi, las superó muchísimo, resulta ser un lugar increíble por donde lo veas, imperdonable para todo el que vaya a Tokio el no asignar un día entero a conocer este espectacular lugar.
Como dato curioso, conocimos un “Café de Gatos”, algo que me llamó muchísimo la atención porque el chiste es convivir con los gatos del local, eso nunca lo había visto, creo que en México no hay y la verdad es que me parece super raro, pero vale la pena vivir la experiencia.
Y la otra cosa curiosa, es que un día a las 4.16am tembló, la alarma de mi celular empezó a sonar con un shockeante “¡está temblando!, ¡está temblando!” lo que nos despertó y no sabíamos qué hacer, afortunadamente fue un temblor leve que pasó muy rápido, y aunque no era algo nuevo para nosotros porque en México nos han tocado varios, de momento si nos asustamos porque no sabíamos cómo reaccionar en un país donde sus protocolos pueden ser diferentes a lo que estamos acostumbrados.
Hasta aquí mi relato de un viaje en familia inolvidable a un país espectacular. Y concluyo confirmando que es verdad lo que dicen “viajar te cambia la vida”, te da anécdotas, experiencias, momentos, cultura, y muchas cosas más, así que espero seguir haciéndolo, y sin duda, los invito a viajar, no es necesario que sea un viaje internacional, conocer cualquier lugar diferente al que vives siempre te dará una motivación adicional y especial.
¡No dejes de viajar, sonreír, agradecer y soñar!
¡Saludos desde HK! ѡѢѣѤ
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